En las últimas semanas, Bitcoin ha perdido completamente su popularidad. Si Bitcoin Inc. fuera una entidad real, necesitaría contratar urgentemente una firma de relaciones públicas de crisis. La criptomoneda líder ha caído un 41% en cuatro semanas. Como resultado, la capitalización de mercado de las criptomonedas negociadas en todo el mundo ha disminuido a la mitad, según datos de Coinmarketcap.com. Aquí te explicamos por qué todos se han dado la vuelta.
Según informes, los reguladores de China bloquearán el acceso de los inversores locales a los intercambios de criptomonedas en cualquier parte del mundo, no solo en China continental. Si eres un jugador chino en el mundo de las criptomonedas, te resultará aún más difícil comprar desde tu computadora portátil en Shanghai utilizando intercambios en Hong Kong o Singapur.
La empresa de sistemas de pago móvil, Stripe, anunció en enero que ya no aceptará Bitcoin como forma de pago. Al menos otros cuatro operadores de comercio electrónico han dicho lo mismo, incluyendo a Microsoft, que ya no acepta Bitcoin. El domingo, Lloyds Banking Group se sumó a una serie de bancos estadounidenses que ya no permiten a sus titulares de tarjetas de crédito comprar criptomonedas a crédito. “En Lloyds Bank, Bank of Scotland, Halifax y MBNA, no aceptamos transacciones con tarjeta de crédito que involucren la compra de criptomonedas”, dijo una portavoz de la compañía a Reuters.
Los inversores de Bitcoin necesitan programar una orden de stop-loss en estos niveles, según Fernando Pertini, fundador de Millenia Asset Management en San José, Costa Rica. “Creo que veremos a Bitcoin volver a los $2,500”, dice el gestor de fondos de Millenia. “Incluso podría ser más bajo”.
Es evidente que Bitcoin ha perdido el apoyo de importantes actores como China, empresas de comercio electrónico y bancos. La incertidumbre en torno a su futuro y su volatilidad han llevado a muchos a abandonar esta criptomoneda. Sin embargo, solo el tiempo dirá si Bitcoin podrá recuperarse y volver a ser una opción atractiva para los inversores.
Fuente del artículo: Forbes