En una reciente entrevista con el periódico “Globes”, el CEO de SAP, Bill McDermott, expresó su deseo de volver a los niveles de inversión en Israel que la compañía tenía en el pasado. McDermott, quien encabeza la tercera empresa de software más grande del mundo, no es en absoluto convencional o aburrido. Es una estrella del rock de la tecnología. A partir de su humilde origen irlandés en Long Island (donde entregaba periódicos a los 11 años), obtiene ideas que está encantado de compartir en cualquier oportunidad. Es un gurú de creer en uno mismo y alcanzar los sueños, abraza a todos los que conoce y escribe una dedicatoria personal en su libro, “Winners Dream: A Journey from Corner Store to Corner Office” (que significa la oficina del CEO). Su aparición inesperada en el escenario de la alta tecnología se ve realzada por las gruesas gafas que usa constantemente, resultado de un terrible accidente ocurrido hace dos años, cuando bajaba las escaleras de la casa de su hermano en medio de la noche llevando un vaso de agua y tropezó. El vaso penetró en su cuenca ocular, perdió la vista en un ojo y estuvo a punto de morir. Poco después, resumió el accidente diciendo: “Soy la persona más afortunada del mundo” y luego declaró que había descubierto un nicho de negocio que necesitaba atención: los sistemas de tratamiento médico, y SAP ingresó a este sector con fuerza.
En la entrevista, McDermott explica que escribió su libro para demostrar que cualquiera puede tener un sueño y que no hay lugar para sueños pequeños cuando hay tantos grandes por realizar. Su historia no inspira a las personas porque pasó de ganar $2.65 por hora en el supermercado a ganar mucho más dinero como CEO, sino porque él mismo se siente inspirado por lo que ha logrado. McDermott menciona que SAP puede avanzar de tener 86,000 empleados a tener 100,000 y tener un impacto en la economía mundial. También menciona la posibilidad de cambiar el sistema médico, mejorar la calidad del aire y del agua, brindar servicios bancarios a personas en lugares remotos a través de sus teléfonos móviles y capacitar a personas que han perdido sus empleos en el mundo digital a través de cursos en línea.
El CEO de SAP también habla sobre la importancia de recompensar a los empleados de manera justa y garantizarles un futuro brillante y seguro. Además, destaca que más del 80% de su remuneración y la de los líderes de la compañía depende del desarrollo de las acciones de la empresa. Esto demuestra el compromiso de SAP con sus accionistas y la responsabilidad de brindarles un buen retorno de su inversión.
En resumen, Bill McDermott, CEO de SAP, es un líder inspirador que busca invertir en Israel y hacer del mundo un lugar mejor a través de la tecnología y la innovación. Su historia de éxito demuestra que cualquier persona puede lograr sus sueños si tiene determinación y talento. SAP se compromete a recompensar a sus empleados de manera justa y a generar valor para sus accionistas. Sin duda, la visión y el liderazgo de McDermott continuarán impulsando el crecimiento y el éxito de SAP en el futuro.