En la actualidad, la transformación digital se ha convertido en un objetivo clave para los fabricantes. A medida que las expectativas de los clientes evolucionan, surge la necesidad de entregar productos de manera más eficiente y personalizada. Sin embargo, muchas fábricas todavía dependen en gran medida de procesos manuales, lo que dificulta la implementación de tecnología de fabricación y la optimización de los procesos.

Existen varias razones por las cuales las fábricas aún no han logrado convertirse en productores digitales. En primer lugar, la implementación de tecnología de fabricación suele ser costosa y lleva tiempo. Además, existe una escasez significativa de habilidades en el sector, lo que dificulta la adopción y el aprovechamiento de los beneficios esperados. Por último, los cambios operativos necesarios para producir productos de calidad de manera rentable en un entorno regulatorio en constante cambio son difíciles de implementar.

A pesar de estos desafíos, se ha logrado un progreso significativo en la automatización y la recopilación de datos. Sin embargo, para que los fabricantes avancen hacia la producción digital, es fundamental contar con componentes que les permitan tomar decisiones informadas en cada etapa del ciclo de fabricación.

Según Mark Carleton, CEO de MESTEC, los fabricantes necesitan herramientas que les permitan proporcionar información relevante a las personas que trabajan en la línea de producción. Esto incluye datos sobre retrasos en las operaciones, tendencias de fallas en los controles de calidad e incluso la disponibilidad de materiales en las máquinas. En resumen, se trata de abordar cada etapa del ciclo de fabricación de manera eficiente.

La transformación digital en la industria manufacturera no es un proceso sencillo, pero es esencial para mantenerse competitivo en el mercado actual. Al adoptar tecnologías y herramientas que permitan una producción más eficiente y personalizada, los fabricantes pueden avanzar hacia la producción digital y satisfacer las expectativas cambiantes de los clientes.

Fuente del artículo: IW