Los antibióticos han sido durante mucho tiempo una herramienta invaluable en la lucha contra las enfermedades infecciosas. Sin embargo, en los últimos años, hemos presenciado un preocupante aumento en la resistencia a los antibióticos, lo que plantea una seria amenaza para la salud mundial.
La resistencia a los antibióticos se refiere a la capacidad de las bacterias de resistir los efectos de los medicamentos que antes las eliminaban. Esto significa que las infecciones que solían ser fácilmente tratables ahora se vuelven más difíciles, e incluso imposibles, de curar. Como resultado, las enfermedades comunes y las lesiones menores podrían convertirse en causas de enfermedad prolongada, discapacidad e incluso muerte.
Según un informe, en 2015 se identificó la resistencia a los antibióticos como la causa de aproximadamente 23,000 muertes al año en los Estados Unidos y alrededor de 25,000 muertes en Europa. Aunque no se dispone de datos precisos sobre la incidencia de la resistencia a los antibióticos en India, se estima que la región experimentó la mayor cantidad de muertes causadas por patógenos resistentes transmitidos a recién nacidos por sus madres o el entorno, aproximadamente 58,000.
La resistencia a los antibióticos puede ocurrir de forma natural a medida que las bacterias evolucionan, pero el consumo excesivo de antibióticos es un factor importante en este problema. Además, la presencia global de la enzima New Delhi metallo-beta-lactamase (NDM), que hace que las bacterias sean resistentes a los antibióticos beta-lactámicos, indica que la resistencia a los antibióticos se está propagando más allá de las fronteras, con graves consecuencias.
En India, la situación es especialmente preocupante debido a una serie de factores internos. El sistema de salud pública es débil y los antibióticos baratos están ampliamente disponibles en el mercado sin regulación. La prescripción de antibióticos para infecciones diarreicas y respiratorias, a pesar de su limitado potencial curativo, ha empeorado la situación. La falta de regulación de las farmacias y la concesión de licencias a varios farmacéuticos no calificados introduce un gran número de personas sin experiencia en la cadena de suministro. Además, la falta de conciencia entre los pacientes sobre el uso adecuado de los antibióticos ha llevado a la automedicación y al incumplimiento del curso prescrito de antibióticos, lo que intensifica aún más el problema.
El aumento dramático en la prevalencia de las superbacterias y la escasez de nuevos antibióticos en el mercado son señales de advertencia para India y el mundo en general. Es necesario contar con un modelo estadístico sólido que muestre la relación entre el consumo de antibióticos y la resistencia asociada para poder establecer pautas de uso adecuadas. Además, es fundamental recopilar datos de calidad sobre la resistencia a los antimicrobianos en laboratorios para comprender mejor el riesgo que representa para la salud pública.
En respuesta a esta crisis, se lanzó el Programa Nacional de Contención de la Resistencia a los Antimicrobianos en India. Sin embargo, hasta ahora solo se han incluido 10 laboratorios en el proceso de recopilación de datos, a pesar de que se esperaba completar el programa en 2017.
La resistencia a los antibióticos es un problema global que requiere una acción inmediata y coordinada. Es responsabilidad de los gobiernos, los profesionales de la salud y los ciudadanos tomar medidas para frenar el uso indebido de antibióticos, promover la conciencia sobre su uso adecuado y fomentar la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos.
Si no tomamos medidas ahora, podríamos enfrentarnos a un futuro en el que las infecciones comunes se vuelvan intratables y las consecuencias para la salud pública sean devastadoras. Es hora de actuar y preservar la eficacia de los antibióticos para las generaciones futuras.