En el mundo actual, la tecnología avanza a pasos agigantados y con ella surgen nuevas formas de delitos cibernéticos. Uno de los desarrollos más preocupantes de la posmodernidad es el uso de la inteligencia artificial y la tecnología de voz para cometer fraudes.
Recientemente, se ha demostrado que ya no podemos confiar en lo que vemos ni en lo que escuchamos. Los videos deep fake han dejado claro que las imágenes pueden ser falsificadas, y ahora también se ha descubierto que las voces pueden ser imitadas de manera convincente.
Un caso reportado por el Wall Street Journal revela cómo los estafadores utilizaron software basado en inteligencia artificial para hacerse pasar por el director ejecutivo de una empresa energética con sede en el Reino Unido. Llamando al CEO de la compañía, lograron convencerlo de realizar una transferencia monetaria urgente a un proveedor húngaro. Posteriormente, se comunicaron nuevamente con el CEO para asegurarle que el dinero sería reembolsado de inmediato. Todo parecía creíble, hasta que los fondos nunca llegaron y recibió una tercera llamada solicitando otra transferencia urgente desde Austria.
A pesar de reconocer la voz de su jefe, el CEO sospechó que algo no estaba bien y decidió no realizar la transferencia. Resultó que la llamada no había sido realizada por el director ejecutivo, sino por los estafadores. Los fondos transferidos a Hungría fueron posteriormente movidos a México y otras ubicaciones, y hasta el momento las autoridades no han logrado identificar a los sospechosos.
Este caso demuestra cómo los delincuentes están utilizando la inteligencia artificial para cometer fraudes de manera cada vez más sofisticada. Rüdiger Kirsch, experto en fraudes de la aseguradora Euler Hermes, afirma que nunca antes habían lidiado con reclamos relacionados con pérdidas debido a delitos relacionados con la inteligencia artificial. Además, señala que los hackers utilizaron software comercial de generación de voz para llevar a cabo el ataque, y que incluso él mismo probó uno de estos productos y encontró que la versión reproducida de su voz sonaba real.
Es evidente que el cibercrimen está evolucionando rápidamente y que debemos estar alerta ante estas nuevas formas de estafa. La inteligencia artificial ofrece grandes beneficios, pero también plantea nuevos desafíos en términos de seguridad. Es responsabilidad de las empresas y los individuos tomar medidas para protegerse y estar informados sobre las últimas técnicas utilizadas por los delincuentes cibernéticos.
En resumen, el auge del cibercrimen con inteligencia artificial es una realidad que no podemos ignorar. Debemos estar preparados y tomar precauciones para evitar convertirnos en víctimas de estos sofisticados fraudes.