La adopción de la nube híbrida está en aumento, ya que las organizaciones demandan una mayor libertad de infraestructura en entornos locales y en la nube, así como un mayor control sobre la capa de aplicaciones.
La infraestructura de la nube híbrida no solo es una realidad en nuestro presente, sino que también se ha convertido en una necesidad para diseñar un ecosistema de TI moderno y optimizado. Según una encuesta realizada por Enterprise Strategy Group (ESG), más de la mitad de las organizaciones de TI utilizan servicios de infraestructura de nube pública, y más del 75% de ellas utilizan más de un proveedor de nube pública. La TI está más distribuida y desagregada que nunca.
La incorporación de servicios de nube pública al centro de datos ofrece beneficios increíbles en cuanto a flexibilidad de infraestructura y velocidad de entrega de servicios. Sin embargo, también conlleva un costo. Según la investigación de ESG, casi una cuarta parte de las organizaciones de TI identifican que agregar las responsabilidades de gestión de los recursos de la nube pública a las responsabilidades existentes de supervisión del centro de datos aumenta la complejidad de TI. En otras palabras, construir una infraestructura de nube híbrida con herramientas y mentalidad tradicionales hace que la TI sea más compleja y, en última instancia, menos eficiente.
Como resultado, los compradores de TI deben adaptarse y comprender que las estrategias de control, protección y gestión deben ser diseñadas teniendo en cuenta la nube híbrida. De hecho, muchas empresas están recurriendo a la infraestructura de nube hiperconvergente para facilitar la incorporación de estrategias de nube híbrida en sus centros de datos. La infraestructura hiperconvergente es una arquitectura moderna de centro de datos que libera recursos de TI y permite la implementación de una estrategia de nube en etapas.
Aunque persisten definiciones alternativas de nube híbrida, el consenso es que las plataformas de infraestructura de nube híbrida gestionan aplicaciones e infraestructura que abarcan tanto entornos locales (es decir, en el centro de datos) como entornos de nube pública. Esta definición se aplica tanto si su organización utiliza un modelo “de infraestructura hacia arriba”, en el que comienza con un centro de datos y se expande hacia la nube pública, como si utiliza un modelo “de nube hacia abajo”, en el que comienza en la nube y luego se extiende construyendo servicios locales.
Sin embargo, para ofrecer el máximo valor, las nubes híbridas deben proporcionar servicios más allá de esa simple definición. Es importante comprender que la nube híbrida es una necesidad para las organizaciones modernas y que su implementación adecuada puede brindar beneficios significativos en términos de flexibilidad, eficiencia y agilidad en la entrega de servicios de TI.
Fuente del artículo: TechTarget