DeepMind es una de las compañías de inteligencia artificial más conocidas del mundo y solo podría haber comenzado en Londres. La próxima vez que estés en la estación de King’s Cross, tómate un momento para pensar en esto. A pocos metros de donde te encuentras, se está desarrollando la tecnología de inteligencia artificial más avanzada del mundo, por una empresa londinense llamada DeepMind. Podrías asumir que cuando se trata de inteligencia artificial, al igual que muchas otras tecnologías nuevas, es Silicon Valley o Israel los que están a la vanguardia. La verdad es que algo increíblemente especial está sucediendo en nuestra ciudad en este momento. Hoy en día, Londres es la potencia global de la inteligencia artificial, la tarea diabólicamente difícil de hacer que el software y las máquinas realicen tareas que requieren inteligencia humana para hacerlo. La razón por la que esta es un área tan importante de la tecnología es que los expertos creen que podría transformar industrias enteras, al igual que lo ha hecho Internet, y podría tener un gran impacto en la forma en que trabajamos. Por lo tanto, es realmente importante que estemos liderando el camino. Los beneficios para nuestra ciudad en términos de crecimiento, nuevos empleos bien remunerados e inversión podrían ser enormes.
Para entender por qué la revolución de la inteligencia artificial está siendo liderada aquí, debemos analizar la historia de DeepMind, que fue fundada en Londres en 2010. Conocí al equipo de DeepMind por primera vez en 2013, en sus primeras oficinas cerca de Russell Square. Habían elegido esa ubicación para estar cerca de la experiencia en ciencias del cerebro de University College London en Bloomsbury y la destreza en investigación de la Wellcome Trust en Euston Road. Los fundadores de DeepMind creían que tendrían una ventaja sobre sus competidores si pudieran tomar el análisis más actualizado de cómo funcionan los cerebros humanos y usarlo para diseñar programas informáticos inteligentes. Como dice uno de los cofundadores de la compañía, Demis Hassabis: “Puedes aprovechar los conocimientos de la neurociencia para crear software que pueda aprender más rápido y de manera más efectiva, y superar algunos de los obstáculos que habían estado frenando el progreso en la inteligencia artificial durante años”. Resulta que Londres es un lugar mucho mejor para hacer esto que Silicon Valley, porque San Francisco está totalmente dominada por la industria tecnológica. Nuestra ciudad es todo lo contrario: el centro de más industrias que cualquier otra metrópoli, desde los medios de comunicación y la política hasta la moda y la publicidad. Y debido a que tanta innovación ocurre cuando diferentes campos chocan entre sí, esto le da a Londres una ventaja decisiva. Un buen ejemplo es la forma en que tenemos un sector de servicios financieros masivo en la City, justo al lado del clúster digital en Tech City, en el este de Londres. Como resultado de estas dos esferas que se encuentran, estamos muy por delante de la Costa Oeste o Berlín en “fintech”, un nuevo campo valioso que está cambiando la forma en que funciona el sistema bancario. Para DeepMind, trabajar de esta manera interdisciplinaria fue enormemente efectivo: al combinar la neurociencia con la informática, el equipo pudo adelantarse a todos los demás.
En resumen, Londres se ha convertido en el epicentro de la inteligencia artificial, gracias a la combinación de su diversidad de industrias y su enfoque interdisciplinario. La presencia de DeepMind en la ciudad ha demostrado que la colaboración entre diferentes campos puede impulsar el avance tecnológico y abrir nuevas oportunidades en términos de crecimiento económico y empleo. A medida que la inteligencia artificial continúa transformando el mundo, Londres se posiciona como líder en esta revolución, atrayendo inversiones y talento de todo el mundo.
Fuente del artículo: Evening Standard