El auge de la colaboración entre los bancos y las empresas de tecnología financiera

En la última década, el sector de la tecnología financiera, también conocido como FinTech, ha irrumpido en la industria de servicios financieros con servicios modernizados, eficientes, personalizados y extremadamente rápidos. Esta revolución ha causado una gran disrupción en el sector y ha amenazado la base de clientes de los bancos tradicionales. Sin embargo, al mismo tiempo, también ha abierto nuevas oportunidades de colaboración y generación de ingresos.

Las organizaciones FinTech han impulsado algunos de los avances más importantes en la industria de servicios financieros. Han identificado brechas en el mercado y se caracterizan por su ritmo acelerado y vigoroso. Han surgido opciones bancarias pioneras que amenazan con robar cuota de mercado a las instituciones financieras tradicionales. Sin embargo, al mismo tiempo, están abriendo nuevos canales para asociaciones y generación de ingresos.

Incluso gigantes tecnológicos como Google han ingresado al sector y han elevado aún más el nivel de innovación. Por lo tanto, los bancos y otras instituciones financieras tradicionales han comenzado a adaptarse al mercado y mejorar las reglas de participación para competir con estos nuevos jugadores.

El FinTech ha evolucionado desde ser una amenaza para los bancos tradicionales hasta trabajar en colaboración con ellos para fortalecer todo el ecosistema. Esta colaboración ha impulsado una innovación más rápida, reducción de costos, inclusión y mejores experiencias para los clientes. El sector financiero mantiene su ventaja financiera al incorporar algunos de los enfoques tecnológicos más vanguardistas y al adaptarse en el proceso.

Aunque es probable que los jugadores tradicionales sigan siendo el corazón del sistema durante mucho tiempo, la industria financiera está evolucionando a su alrededor. Las instituciones financieras que prestan atención al futuro estarán mejor posicionadas para convertir las interrupciones en oportunidades de crecimiento. Como dice el refrán, “si no puedes vencerlos, únete a ellos”.

Los bancos, en su mayoría, están orientados a los procesos y tienen un marco regulatorio estricto que limita su capacidad para aprovechar rápidamente las nuevas tecnologías y lanzar nuevos productos y servicios. Estos marcos suelen restringir la innovación, la productividad y la rentabilidad. Por otro lado, las empresas FinTech suelen tener estructuras organizativas flexibles.

Sin embargo, a medida que la desintermediación se extiende en el sector financiero, los bancos se han visto obligados a encontrar nuevas formas de mantenerse rentables. Las barreras tradicionales de entrada en los mercados, como las regulaciones y la incumbencia, se están desintegrando y los organismos reguladores están alentando a los bancos a adoptar el cambio liderado por la tecnología financiera.

Todo apunta a un enfoque más positivo; un estudio reciente mostró que el 91,3 por ciento de los bancos y el 75,3 por ciento de las empresas FinTech esperan colaborar entre sí en el futuro. En los últimos años, las instituciones financieras tradicionales han evolucionado drásticamente y han reconocido que la colaboración podría ser el mejor camino hacia el crecimiento a largo plazo, especialmente porque combina las fortalezas de los bancos y las empresas FinTech.

La segregación de los servicios financieros

Las directivas recientes promovidas por el gobierno permiten al público optar por productos y servicios bancarios individuales en lugar de comprar un “paquete” de servicios. Aunque esto parece implicar una mayor separación entre los bancos y los usuarios finales, los bancos que establecen asociaciones estratégicas tienen la oportunidad de convertirse en un centro financiero para los usuarios finales.

Por ejemplo, la reciente directiva PSD2 del gobierno de la Unión Europea requiere que los bancos proporcionen a los proveedores de terceros acceso a los datos de las cuentas a través de API abiertas. Esto ha permitido a estos terceros ofrecer servicios financieros utilizando la infraestructura y los datos de los bancos.

En resumen, la colaboración entre los bancos y las empresas de tecnología financiera está en auge. Esta colaboración ha llevado a una mayor innovación, reducción de costos, inclusión y mejores experiencias para los clientes. Aunque los bancos tradicionales enfrentan desafíos, también tienen la oportunidad de aprovechar las fortalezas de las empresas FinTech para impulsar su crecimiento a largo plazo.

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