La inteligencia artificial (IA) está presente en todos los aspectos de nuestras vidas, y ahora también ha llegado al mundo del arte. Yamaha ha presentado una nueva tecnología de IA que traduce los movimientos del renombrado bailarín Kaiji Moriyama en notas musicales en un piano, “una forma de expresión que fusiona los movimientos corporales y la música”, según la compañía. Moriyama utilizó esta tecnología durante un concierto en Tokio titulado “Mai Hi Ten Yu”, donde bailó y “tocó” el piano con su cuerpo, acompañado por la Orquesta Filarmónica de Berlín Scharoun Ensemble.
El sistema de Yamaha garantiza que el bailarín toque música que tenga sentido, en lugar de simplemente notas al azar. Moriyama llevaba cuatro tipos de sensores en su espalda, muñecas y pies, que traducían sus movimientos en datos. La IA luego crea instantáneamente melodías basadas en una base de datos de música MIDI. Los datos MIDI se envían a un piano Yamaha Disklavier, en este caso un CFX concert grand de más de $150,000, que los traduce en sonido.
Aunque Moriyama tenía un gran control sobre el ritmo, el experimento plantea la pregunta de cuánta responsabilidad tenía realmente en la música. Sin embargo, en un video que muestra cómo se hizo, el bailarín explica que tuvo más participación de la que se podría pensar. La música cambiaba según cómo se equilibraba, lo que le permitía crear diferentes melodías utilizando todo su cuerpo. Si los movimientos corporales se afinan lo suficiente para la IA, es fácil ver cómo un bailarín podría tener un control bastante preciso sobre acordes y notas. Desde esta perspectiva, la afirmación de Yamaha de que “esta actuación representa un progreso constante en la búsqueda de nuevas formas de expresión artística” es válida.
La combinación de la inteligencia artificial y el arte abre un mundo de posibilidades creativas. La capacidad de traducir los movimientos del cuerpo en música permite a los artistas explorar nuevas formas de expresión y crear experiencias únicas para el público. Además, la IA puede ayudar a los artistas a expandir sus habilidades y explorar nuevas ideas musicales.
El uso de la inteligencia artificial en la música no solo se limita a la danza. Los músicos también pueden aprovechar esta tecnología para mejorar su interpretación y composición. La IA puede analizar patrones musicales y sugerir ideas creativas, lo que permite a los músicos explorar nuevas direcciones en su trabajo.
En resumen, la combinación de la inteligencia artificial y el arte está revolucionando la forma en que se crea y se experimenta la música. La tecnología de Yamaha es solo un ejemplo de cómo la IA puede ampliar los límites de la expresión artística. Estamos presenciando un emocionante avance en el mundo de la música, donde la creatividad humana se fusiona con el poder de la inteligencia artificial.