En la actualidad, nos maravillamos con los asombrosos avances en tecnología. El ritmo de cambio es tan rápido y las transformaciones tan radicales que es fácil olvidar que la tecnología se trata de las personas. Las personas son los pioneros, innovadores, consumidores y beneficiarios de estas innovaciones. Si perdemos de vista esto, el increíble ecosistema tecnológico del Reino Unido sin duda se verá disminuido.

Es por eso que la estrategia digital del gobierno tiene razón al centrarse tanto en las personas como en la tecnología. Desde proporcionar a los británicos las habilidades que necesitan hasta transformar los servicios públicos, la estrategia digital reconoce que las personas son clave para hacer del Reino Unido el mejor lugar para comenzar y hacer crecer un negocio tecnológico.

Me enorgullece enormemente ver la cantidad de iniciativas de habilidades increíbles de los miembros de TechUK que se presentan en la estrategia, ya que destacan cómo el sector se asegura de que todos puedan cosechar las recompensas sociales de las nuevas tecnologías.

Para hacer realidad la ambición del gobierno de ser un centro tecnológico global, el Reino Unido debe ser un centro global de talento. La tecnología del Reino Unido enfrenta un triple impacto en las habilidades digitales: el canal de habilidades digitales nacionales del Reino Unido aún no es lo suficientemente fuerte como para satisfacer la creciente demanda, y los trabajadores calificados tanto de la UE como de países no pertenecientes a la AELC enfrentan restricciones más estrictas en el futuro cercano.

Como encontró el informe reciente de TechUK, el 18% de la fuerza laboral tecnológica del Reino Unido no es del Reino Unido, por lo que la estrategia digital deberá trabajar en conjunto con la estrategia industrial para garantizar que el sector tenga el talento que necesita para prosperar.

Aunque la estrategia coloca las habilidades en su núcleo, estableciendo una nueva asociación de habilidades digitales, la economía digital del Reino Unido sufrirá si no puede acceder al talento internacional a corto plazo. Karen Bradley, la secretaria de Estado de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, debe mantenerse fiel a su compromiso de proporcionar a la economía digital del Reino Unido las habilidades que necesita para ser líder mundial.

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