Después de semanas de rumores, finalmente se ha concretado el acuerdo: Disney comprará grandes partes del imperio mediático de Rupert Murdoch por $52 mil millones. La lista de lo que no adquirirá es más corta: el canal de noticias Fox News, las redes de transmisión y Fox Sports, que se espera que se separen como su propio negocio. El conglomerado Disney suma los estudios de cine y televisión de Fox (que incluyen franquicias famosas como X-Men, Avatar, Alien y Los Simpson), el control mayoritario de Hulu, las redes de cable FX y una deuda de $13.7 mil millones. Además, Fox está intentando adquirir las partes de Sky en el Reino Unido que aún no posee, y si tiene éxito, Disney también la obtendrá.
Aunque las posibles implicaciones para el Universo Cinematográfico de Marvel serán lo primero que vendrá a la mente de cualquier fanático de las películas de cómics, sí, Deadpool y los Cuatro Fantásticos están incluidos, sin mencionar la distribución de Star Wars Episodio IV, esta adquisición se trata de la posición de Disney en un panorama televisivo en constante cambio. A medida que el número de personas que cancelan sus suscripciones a la televisión por cable ha aumentado y los suscriptores se han alejado de canales principales como ESPN, Disney está fortaleciéndose y preparándose para lanzar su propio servicio de transmisión en línea en 2019, el cual ahora contará con una biblioteca mucho más grande para ofrecer. A medida que Disney se adentra en su futuro de video en línea impulsado por BAMTech, el plan es aparentemente poseer la mayor cantidad de contenido posible. Lo que no está claro es si los reguladores permitirán que este acuerdo siga adelante. Aunque Comcast ya ha adquirido NBCUniversal y la propuesta de adquisición de Time Warner por parte de AT&T está siendo sometida a un escrutinio intenso, es probable que esta asociación reciba una respuesta similar.
En resumen, esta adquisición de partes de Fox por parte de Disney tiene implicaciones significativas para el futuro de la televisión. Disney está consolidando su posición en el mercado y preparándose para el cambio hacia la transmisión en línea. Con una biblioteca más grande y el control de importantes franquicias, Disney está listo para competir en el mundo de la transmisión de contenido. Sin embargo, queda por ver si los reguladores permitirán que este acuerdo se lleve a cabo. El futuro de la televisión está en constante evolución y esta adquisición es solo un ejemplo de cómo las grandes empresas están adaptándose a los cambios en los hábitos de consumo de los espectadores.
