En el caso de cada empresa importante y su propietario, llega un momento en el que no se tiene al empleado adecuado para el trabajo. Las razones para esto son muchas, pero en ese momento, tienes la opción de externalizar la tarea o capacitar a nuevo personal para el trabajo en cuestión. Dos de los errores más cruciales que cometen los especialistas en marketing en este sentido es que la decisión se toma en el momento o se rechaza por completo la opción de capacitar a nuevo personal. Veamos más de cerca cada enfoque para ver cuál funciona mejor.
La esencia de la externalización
La tendencia de contratar a alguien externo para hacer tu trabajo ha estado en marcha durante varios años y la mayoría de las personas optan por ello porque es una solución rápida, eliminando cualquier retraso en el proceso. Una de las mejores partes de la externalización es el hecho de que no se pierde tiempo capacitando a un nuevo empleado cuando se puede contratar a un profesional por un costo menor en general. Además, hay tantos freelancers en Internet que con unos pocos clics del ratón, podrás encontrar a la persona adecuada para el trabajo. Uno de los principales inconvenientes de la externalización es el hecho de que el equipo externo no estará tan comprometido o involucrado en el trabajo como tu propio equipo. La falta de comprensión con respecto al flujo de trabajo interno de tu empresa podría tensar aún más las cosas. Además, también perderás el control sobre algunas de las funciones clave de tu empresa.
¿En qué consiste el desarrollo interno?
En este caso, tanto los empleados como la empresa en su conjunto se benefician de la capacitación de los empleados. Además, habrá un nivel mejorado de productividad y rendimiento, así como el desarrollo útil de habilidades específicas. Con un conjunto de habilidades mejorado, los empleados podrán ascender de rango mucho más fácilmente que antes. El principal inconveniente del desarrollo interno es que la capacitación ciertamente no es aplicable a todas las situaciones. Si el trabajo debe realizarse de manera oportuna, entonces puedes estar seguro de que la capacitación no es la respuesta. No habrá tiempo para esperar a que termine la capacitación. Además, el costo de la capacitación y contratar a un capacitador podría superar el costo de la externalización, ya que el capacitador contratado puede no estar al tanto del funcionamiento de tu servicio.
La palabra final
En cuanto a la opción que te conviene mejor, desafortunadamente no hay una respuesta fácil y clara a esta pregunta. Además, tendrías que considerar los tres aspectos vitales del alcance del proyecto, el presupuesto y los plazos. Además, requerirá una cantidad excepcional de tiempo y esfuerzo de tu parte mediante el análisis de un par de factores clave y preguntas como: ¿A largo plazo, qué opción te dará el mayor valor? Medir la escalabilidad específica de los métodos de capacitación. Centrarse en la opción que no solo brinde la capacitación más relevante y de mejor calidad a los empleados, sino que también asegure que se beneficien de ella. Solo recuerda: incluso la mejor herramienta de autoría en manos equivocadas/no capacitadas no tendrá mucho impacto de ninguna manera. Claro, solo por números, el aspecto de la externalización domina, pero eso no significa que sea el mismo caso para tu empresa. Muchas empresas optan por un enfoque híbrido que combina los beneficios generales de ambos métodos, lo cual requiere más esfuerzo, pero a largo plazo, sin duda funciona mejor.