Los sistemas de Internet de las cosas (IoT) abordan problemas específicos de cada industria vertical. Las soluciones de propósito general son poco comunes. Una de las razones de esto es porque las organizaciones están bajo presión para mostrar resultados rápidos. Como resultado, los desarrolladores encuentran más fácil adaptar un sistema existente. El enfoque más sencillo comienza con la adición de conectividad a un sensor o máquina para permitir el acceso remoto y la recopilación de datos. El siguiente paso es conectarse a un sistema de gestión de datos basado en la nube para fines de análisis y visualización. Este enfoque de diseño no ayuda a anticipar cómo podría evolucionar dicho sistema o cómo podría ser compatible a lo largo de su ciclo de vida. Tampoco fomenta una estrategia de reutilización de herramientas de diseño y componentes tecnológicos a medida que se desarrollan otras aplicaciones.
¿Son todos los sistemas IoT únicos? Si una organización planea implementar múltiples sistemas IoT, ¿existen similitudes o cada aplicación es única? Las similitudes significan que hay margen para reutilizar patrones de diseño, arquitecturas y estándares. La composición de un sistema IoT simple consta de cuatro componentes. Estos incluyen el sensor o dispositivo conectado; una red de comunicaciones para conectividad remota; una plataforma para tareas de administración de dispositivos, seguridad y registro; y una aplicación o panel de visualización que utiliza los datos de IoT del sensor o dispositivo conectado. Arreglos más complicados pueden involucrar una pasarela intermedia o comunicaciones entre múltiples aplicaciones aisladas. Puede haber una combinación de componentes de diferentes proveedores desde el punto de vista de la implementación, algunos utilizando estándares abiertos y otros combinando tecnologías estándar abiertas y propietarias.
Un enfoque para superar la singularidad de los sistemas IoT a medida que evolucionan o se vuelven más complejos es tratarlos como sistemas “de cualquier a cualquier”. En otras palabras, cualquier aplicación o panel de IoT debería ser capaz de recibir datos de cualquier dispositivo o sensor conectado. También debería ser posible sustituir cualquier dispositivo o pasarela suministrada por un proveedor con equipos suministrados por otro. Visto desde esta perspectiva, el desafío de construir sistemas IoT se convierte menos en un problema de pila tecnológica vertical y más en uno de arquitectura horizontal. Al reformular el desafío, ahora es posible reutilizar enfoques de diseño y herramientas de desarrollo.
Estrategias de Reutilización
El enfoque más sencillo para respaldar sistemas IoT en múltiples dominios de aplicación es tomar un sistema probado y generalizarlo para otros dominios. Existen cientos de plataformas IoT en el mercado y muchas están siguiendo este tipo de enfoque bottom-up. Un segundo enfoque es analizar una variedad de arquitecturas y marcos de trabajo de IoT e identificar áreas de superposición que representen oportunidades para habilitar la interoperabilidad. La investigación iniciada por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de los Estados Unidos sigue este enfoque en forma de Puntos de Interoperabilidad Pivotal (PPI) comunes. El trabajo adicional realizado por los miembros de Open and Agile Smart Cities (OASC) extendió este concepto para definir Mecanismos Mínimos de Interoperabilidad (MIMs). Una de las motivaciones de estos enfoques es acomodar sistemas y estándares heredados. Esto resulta en un enfoque en las interfaces de los sistemas para resolver el desafío de la interoperabilidad.
Fuente: IoTforall