La pregunta de cómo vivir ha sido necesaria para todas las culturas, religiones y sociedades en la historia. ¿Cómo debemos enfrentar los desafíos de la vida? ¿Cuál es la mejor manera de comportarnos y conducirnos hacia los demás? ¿Y cómo debemos enfrentar el desafío final: nuestra propia muerte? El estoicismo, una filosofía desarrollada en el mundo antiguo, tiene mucho que decirnos sobre cómo podemos vivir hoy en día.
Los filósofos estoicos estaban interesados en la práctica de vivir una vida buena y virtuosa, desde cómo destacar nuestras amistades hasta cómo lidiar con las frustraciones diarias. En este artículo, descubrirás cómo llevar una vida basada en los principios estoicos, cómo priorizar lo que es importante y lo que tienes el poder de cambiar, y cómo preocuparte menos por las cosas que son irrelevantes y están fuera de tu control. Obtendrás consejos prácticos de filósofos antiguos y verás cómo los modelos a seguir pueden inspirarte a tener una vida mejor.
En este artículo, aprenderás por qué la sabiduría es la virtud más importante, por qué mirar tus experiencias a través de los ojos de otra persona puede ayudarte a tomar decisiones sensatas y por qué una actitud saludable hacia la muerte te ayudará a apreciar tu vida.
El estoicismo ofrece una guía práctica y sensata para enfrentar los problemas y desafíos de la vida. A lo largo de la historia, líderes religiosos, científicos y filósofos han tratado de responder a la pregunta: ¿cómo podemos vivir una buena vida? ¿Cómo debemos lidiar con los problemas de la vida, tratar a nuestros amigos y vecinos, reaccionar ante la adversidad y prepararnos para la muerte? Una filosofía que puede proporcionar algunas respuestas es el estoicismo, así llamado porque sus primeros seguidores se reunían debajo de la Stoa Poikile, que significa “pórtico pintado”, en la antigua Atenas.
El estoicismo comenzó en Atenas alrededor del 300 a.C. Prosperó y en el 155 a.C. se extendió a Roma cuando importantes filósofos estoicos fueron enviados allí como embajadores. Se desarrolló en Roma hasta tal punto que Marco Aurelio, un emperador romano del siglo II d.C., era él mismo un filósofo estoico.
Sin embargo, el estoicismo a menudo es malinterpretado. Cuando decimos que alguien es estoico, implicamos que son bastante pasivos, tolerando lo que les llega sin cuestionar ni emocionarse. Pero en realidad, el estoicismo no es en absoluto pasivo y no se trata de suprimir las emociones. Se trata de lo que podemos hacer para llevar una buena vida. Se ocupa de tres disciplinas. En primer lugar, el deseo, o lo que debemos y no debemos aspirar; en segundo lugar, la acción, o cómo debemos comportarnos; y en tercer lugar, el asentimiento, cómo debemos reaccionar ante las situaciones.
Esto puede sonar un poco teórico. Pero para los antiguos estoicos, su filosofía era explícitamente práctica. Marco Aurelio, el emperador-filósofo, escribió su obra más famosa, “Meditaciones”, como una guía personal para su propio mejoramiento. Uno de los filósofos estoicos más influyentes, y un pensador que a menudo será nuestro guía en este artículo, fue Epicteto. Un antiguo esclavo romano liberado con una pierna lisiada, Epicteto se convirtió en profesor de filosofía en el primer siglo. Su pensamiento está registrado en la obra llamada “Enquiridión”, que significa “Manual”, lo que nos da una pista sobre su perspectiva práctica. Como veremos, los discursos de Epicteto se centraban no solo en la teoría de lo que hace una buena vida, sino también en consideraciones prácticas para el día a día.
Sumérgete y echemos un vistazo a uno de los principios clave del estoicismo. No todo está bajo nuestro control. Concéntrate en lo que puedes influir y no te preocupes por el resto. Desde el viajero nervioso que se preocupa por la turbulencia hasta los que hacen dieta y no pueden perder esos últimos kilos obstinados, muchos de nosotros gastamos energía en cosas que no podemos cambiar. Afortunadamente, el estoicismo tiene consejos para nosotros. Un principio central del estoicismo es la dicotomía de…
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