¿Cómo mantener la calidad del servicio al migrar aplicaciones a la nube?

En la actualidad, muchas empresas están migrando sus aplicaciones a la nube para aprovechar las ventajas que ofrece esta tecnología, como la reducción de costos, mayor eficiencia y la capacidad de escalar la carga de trabajo según sea necesario. Sin embargo, esta migración no está exenta de desafíos.

Un reciente informe de los analistas de Gartner, Padraig Byrne y Sanjit Ganguli, destaca los desafíos significativos que presenta la adopción de la nube. Uno de los principales problemas es que los equipos de operaciones de TI ya no tienen el mismo acceso a la infraestructura y las redes que respaldan sus servicios, lo que crea brechas en la visibilidad de monitoreo. Además, el esfuerzo de migración a la nube de una empresa a menudo es liderado desde fuera del equipo de infraestructura y operaciones (I&O), que, aunque tiene una influencia limitada en el asunto, sigue siendo responsable de la disponibilidad del servicio. Los equipos de operaciones de TI a menudo carecen de las habilidades para monitorear servicios basados en la nube y tienen dificultades para encontrar expertos que puedan hacerlo. Además, con el cambio a microservicios, contenedores y tecnologías sin servidor, las cargas de trabajo que se ejecutan en la nube ahora son mucho más dinámicas y efímeras.

Todo este cambio y la incertidumbre lleva a una predicción alarmante: para el 2021, menos del 15% de las organizaciones implementarán un monitoreo integral, poniendo en riesgo $255 mil millones de inversiones en soluciones basadas en la nube, según Gartner.

Entonces, ¿cómo pueden las organizaciones de TI mantener un alto nivel de calidad del servicio al ejecutar aplicaciones en la nube y aún así obtener los beneficios que esperan? Byrne y Ganguli ofrecen tres pasos clave que los líderes y gerentes de operaciones de TI pueden tomar para reducir las brechas de visibilidad y mantener la calidad del servicio:

  1. Inventario de los tipos de nube en su entorno. Si bien ejecutar aplicaciones en la nube externaliza gran parte de la complejidad de la infraestructura de TI, también introduce nuevas brechas de visibilidad en el monitoreo. El tipo de arquitectura en la nube, incluyendo la nube privada, infraestructura como servicio (IaaS), plataforma como servicio (PaaS) y software como servicio (SaaS), tiene un gran impacto en su capacidad para monitorearla, señalan los analistas de Gartner. Por ejemplo, la nube privada ofrece el mayor control porque las operaciones de TI son propietarias de toda la infraestructura. En este entorno, las operaciones de TI generalmente utilizarán técnicas de monitoreo tradicionales. Las brechas de visibilidad presentan un problema mucho mayor con las arquitecturas de nube IaaS, PaaS y SaaS. Con IaaS, por ejemplo, todo lo que está por debajo del sistema operativo está fuera de la vista de las operaciones de TI, que no pueden utilizar técnicas de monitoreo tradicionales que dependen del acceso al hipervisor o al switch virtual.
  2. Implementar herramientas de monitoreo adecuadas. Una vez que haya identificado los tipos de nube en su entorno, es importante implementar las herramientas de monitoreo adecuadas para cada uno. Esto puede implicar la adopción de soluciones de monitoreo específicas para la nube o la personalización de las herramientas existentes para adaptarlas a las necesidades de su entorno en la nube. El objetivo es tener una visibilidad completa de sus servicios en la nube y poder detectar cualquier problema o anomalía de manera oportuna.
  3. Capacitar a su equipo. Dado que las tecnologías en la nube están en constante evolución, es fundamental capacitar a su equipo en las habilidades necesarias para monitorear y administrar eficazmente los servicios en la nube. Esto puede implicar la contratación de expertos en la nube o la capacitación interna de su personal existente. La clave es asegurarse de que su equipo tenga el conocimiento y las habilidades necesarias para garantizar la calidad del servicio en la nube.

En resumen, migrar aplicaciones a la nube puede ofrecer numerosos beneficios, pero también presenta desafíos en términos de monitoreo y calidad del servicio. Siguiendo los pasos mencionados anteriormente, las organizaciones de TI pueden reducir las brechas de visibilidad y mantener un alto nivel de calidad del servicio al ejecutar aplicaciones en la nube.

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