En la era de la tecnología, constantemente nos encontramos bombardeados con noticias sobre los últimos avances y las nuevas tendencias. Uno de los temas más candentes en la actualidad es la inteligencia artificial (IA). Sin embargo, con tanta información y exageración en los medios, ¿cómo podemos determinar si realmente vale la pena invertir tiempo en esta tecnología emergente?
Es cierto que hemos sido testigos de resultados asombrosos, como la victoria de AlphaGo sobre el campeón de Go, los avances en vehículos autónomos, el reconocimiento de voz realizado por Alexa y Cortana, y el reconocimiento de imágenes realizado por Google Photos, Amazon Rekognition y otras aplicaciones de intercambio de fotos. Estos logros de grandes empresas tecnológicas como Google, Amazon, Microsoft, IBM y Apple a menudo nos hacen creer que estas tecnologías están disponibles para nuestro propio uso. Pero, ¿es esto realmente cierto? Y si lo es, ¿dónde es cierto?
Estas son las preguntas que los directores de tecnología (CIOs) se plantean cada vez que una nueva tecnología comienza a ser popular. Para un CIO, ¿es una tecnología en la que debemos invertir, investigar, prestar atención o ignorar? ¿Cómo explicamos a nuestros líderes empresariales dónde se puede aplicar la tecnología en el negocio y si representa una oportunidad competitiva o una amenaza potencial? Y para los empleados más curiosos, ¿cómo simplificamos lo que la tecnología hace en términos comprensibles y cómo diferenciamos entre la exageración, la realidad actual y su potencial futuro?
Cuando algunos empleados muestran interés en explorar estas tecnologías, ¿debemos apoyarlos? ¿Hacia qué problema deberíamos dirigirlos y en qué aspectos de la tecnología deberían invertir tiempo en aprender? Y cuando los proveedores se presentan promocionando sus capacidades impulsadas por la tecnología emergente y afirman tener expertos con doctorados en su equipo de desarrollo, ¿cómo evaluamos qué tiene un verdadero potencial empresarial en comparación con servicios que aún no se pueden aprovechar y otros que son simplemente exageraciones sin sustancia?
En última instancia, la evaluación de una tecnología emergente requiere un enfoque equilibrado y crítico. Es importante investigar y comprender los casos de uso reales y prácticos de la tecnología en el contexto de nuestro negocio. Debemos considerar si la tecnología puede mejorar nuestros procesos, aumentar nuestra eficiencia o brindar nuevas oportunidades de mercado. Además, es fundamental tener en cuenta la madurez de la tecnología y si existen soluciones viables disponibles en el mercado.
En resumen, no podemos dejarnos llevar por la emoción y la exageración que rodea a las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial. Debemos ser cautelosos y realizar una evaluación cuidadosa antes de invertir tiempo y recursos en ellas. Al hacerlo, podremos tomar decisiones informadas y aprovechar al máximo las oportunidades que estas tecnologías pueden ofrecer.
Fuente del artículo: InfoWorld
