En estos tiempos de crisis sanitaria mundial, donde las economías se encuentran en una situación complicada y las vidas se ven afectadas, resulta difícil pensar en algo más que en mantener la continuidad del negocio y volver a la normalidad. ¿Cómo pueden las empresas evitar despidos y mantenerse a flote con una fuerza laboral que en su mayoría no puede salir de casa debido a las órdenes de confinamiento? Como CEO de una empresa tecnológica, me gustaría compartir algunas reflexiones sobre la automatización de la entrega de aplicaciones, un enfoque emergente diseñado para ayudar a los equipos de NetOps, DevOps y SecOps en sus misiones principales, y para ofrecer cumplimiento normativo y agilidad empresarial a través de la automatización de redes de bajo código. Esto se logra mediante flujos de trabajo visuales y autoservicio para gestionar la infraestructura crítica de TI y seguridad, incluso cuando los empleados no pueden estar físicamente en la oficina.
En primer lugar, los dispositivos conectados parecen estar creciendo más rápido que la población. La gestión manual de la infraestructura ya no es una opción viable. El centro de datos empresarial moderno se compone de componentes de múltiples proveedores que a menudo se alojan en una combinación de infraestructuras de nube pública, privada e híbrida. Es una mezcla de tecnología heredada y despliegues virtualizados, contenerizados, de microservicios, CI/CD, ágiles, abiertos y programables. Según el Informe Anual de Internet de Cisco, en tan solo tres años, el número de dispositivos conectados a redes IP superará en 3 a 1 a la población mundial, con 29.3 mil millones de dispositivos en red para 2023, frente a los 18.4 mil millones en 2018. Eso significa casi cuatro dispositivos por persona, todos dependiendo de una infraestructura extensa que requiere una provisión, configuración, seguridad, servicio y monitoreo de alto nivel para mantener las cosas en funcionamiento.
Los ingenieros de aplicaciones de hoy en día generalmente no son programadores experimentados y no poseen un amplio conocimiento de las complejas conexiones entre las redes disponibles, los firewalls, routers, switches y certificados de seguridad que permiten que las aplicaciones empresariales funcionen. La mayoría de los usuarios de entrega de aplicaciones intentan realizar cambios de configuración a través de interfaces gráficas de usuario (GUI) o consolas proporcionadas por los fabricantes de dispositivos, líneas de comandos, herramientas internas o diversas soluciones de automatización que involucran la gestión de servicios de TI, scripts o una variedad de herramientas de gestión de configuración.
La automatización de redes se presenta como la solución a estos desafíos. Al utilizar flujos de trabajo visuales y autoservicio, las empresas pueden gestionar su infraestructura crítica de manera eficiente y segura, incluso cuando los empleados no pueden estar físicamente en la oficina. Esto permite mantener la continuidad del negocio, evitar despidos y garantizar que las aplicaciones empresariales sigan funcionando sin problemas.
En conclusión, la automatización de redes se ha convertido en una herramienta esencial para las empresas en estos tiempos de crisis. Permite mantener la continuidad del negocio, garantizar la seguridad de la infraestructura y agilizar los procesos de entrega de aplicaciones. Si quieres saber más sobre este tema, te invito a leer el artículo completo en Forbes.