En el año 161 d.C., Marco Aurelio, con 40 años de edad, se convirtió en el hombre más poderoso de la Tierra como Emperador Romano. Los historiadores se refieren a Aurelio como el último de los “Cinco Buenos Emperadores”. Estos emperadores gobernaron el Imperio Romano con sabiduría, justicia e integridad. En sus años formativos, desarrolló sus ideas sobre la virtud, el buen carácter, el autocontrol y la filosofía. Aurelio atribuye a su abuelo paterno la influencia en su perspectiva de la vida. Más tarde, Aurelio plasmó sus pensamientos, hábitos y sabiduría en papel como Emperador Romano. Su colección de ensayos es conocida hoy en día como “Meditaciones”. Los historiadores señalan que Aurelio nunca había publicado sus escritos para lectura pública. Afortunadamente, hoy tenemos a nuestra disposición diez años de sus escritos, sabiduría y lecciones. Aquí tienes algunas citas seleccionadas de las “Meditaciones” de Marco Aurelio sobre motivación, hábitos y vida.
Frases de Marco Aurelio
Haz tu trabajo como ser humano: Aurelio comparte ideas sobre cómo motivarte para levantarte de la cama por la mañana. En una de sus meditaciones dice: “Haz tu trabajo como ser humano. ¿Qué tengo yo de qué quejarme si voy a hacer lo que nací para hacer, las cosas para las que fui traído al mundo? ¿O es esto para lo que fui creado? ¿Acurrucarme bajo las mantas y mantenerme caliente?”.
Revisa este tema en otra meditación: “Cuando tienes dificultades para salir de la cama por la mañana, recuerda que tu característica definitoria, lo que define a un ser humano, es trabajar con otros”.
Ninguno de ellos puede herirme: Aurelio ofrece una receta sencilla sobre cómo lidiar con las críticas y personas negativas. En una de sus meditaciones dice: “Cuando te levantes por la mañana, dite a ti mismo: Las personas con las que trataré hoy serán entrometidas, desagradecidas, arrogantes, deshonestas, celosas y malhumoradas. Pero yo he visto la belleza del bien y la fealdad del mal, y he reconocido que el malhechor tiene una naturaleza relacionada con la mía, no de la misma sangre o nacimiento, pero de la misma mente y poseyendo una parte de lo divino. Y así ninguno de ellos puede herirme”.
Actitud de gratitud: La receta de Aurelio para la felicidad y la plenitud es ser agradecido. En una de sus meditaciones sugiere que somos responsables de nuestra felicidad: “Elige no ser perjudicado, y no te sentirás perjudicado. No te sientas perjudicado, y no lo has sido”.
Concentra cada minuto como un romano: Aquí está el truco de productividad de Marco Aurelio hace más de 2000 años. “Concéntrate en cada minuto como un romano, como un hombre, en hacer lo que tienes delante con seriedad precisa y genuina, tiernamente, gustosamente, con justicia. Y en liberarte de todas las demás distracciones. Sí, puedes, si haces todo como si fuera lo último que estás haciendo en tu vida, y dejas de ser sin rumbo, dejas que tus emociones anulen lo que tu mente te dice, dejas de ser hipócrita, egocéntrico, irritable”.
Libérate de las cosas inútiles que te perturban: Esta es su receta para encontrar paz mental, incluso cuando las cosas a tu alrededor son caóticas. En otra meditación, expande esta idea: “Piensa en ti mismo como muerto. Has vivido tu vida. Ahora, toma lo que queda y vívelo adecuadamente. Lo que no transmite luz, crea su propia oscuridad”.
Trabaja inteligentemente con lo que se te da: Marco Aurelio comparte algunas reglas para ser un líder excepcional. “¿Qué puede hacer incluso la persona más viciosa si sigues tratándola con amabilidad y la corriges con alegría en el momento exacto en que intenta hacerte daño? Es responsabilidad del liderazgo trabajar inteligentemente con lo que se da, y no perder el tiempo fantaseando sobre un mundo de personas impecables y elecciones perfectas”.
Estas son algunas de las palabras de sabiduría sobre hábitos, motivación y vida, escritas por el Emperador Romano Marco Aurelio. Aunque gran parte de su escritura es generalmente no estructurada y se basa en la Filosofía Estoica, hay muchas ideas valiosas de mejora personal y lecciones de vida que se pueden aprender de su popular libro, “Meditaciones”. ¿Por qué perder el tiempo tratando de averiguar qué funciona y qué no? Después de todo, un hombre inteligente aprende de sus errores, pero un hombre sabio aprende de los errores de los demás.
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Source: Medium