En la era contemporánea, donde la incertidumbre y el cambio son constantes, es crucial detenerse a reflexionar sobre el futuro. En el artículo anterior, se plantean 6 preguntas fundamentales que pueden iluminar nuestra percepción del porvenir y, en consecuencia, brindarnos mayor claridad en nuestras decisiones presentes. Estas interrogantes nos invitan a explorar nuestras creencias, temores, deseos y acciones relacionadas con el futuro.
1. ¿Cómo visualizas el futuro?
Es importante analizar la narrativa que suele estar presente en nuestros pensamientos sobre el futuro. ¿Consideras que la humanidad progresa gradualmente, aprendiendo de sus errores? ¿O percibes un escenario apocalíptico sin posibilidad de redención? ¿Quizás visualizas una combinación de ambos? Interrogarte sobre las bases de tu visión futura te ayuda a comprender mejor tus propias perspectivas y creencias.
2. ¿Qué futuros te generan miedo?
Reconocer y confrontar los temores ocultos en nuestras proyecciones del futuro es esencial. ¿Temes un mundo en constante guerra? ¿O visualizas una existencia carente de sentido? Cuestionarte si crees que puedes influir en la materialización de estos futuros te lleva a reflexionar sobre tu capacidad de cambiar el curso de los acontecimientos.
3. ¿Cuáles son tus suposiciones implícitas sobre el futuro?
Explorar tus creencias arraigadas acerca del futuro te permite evaluar hasta qué punto consideras posible modificarlo. ¿Crees que ciertas estructuras sociales son inmutables? ¿Confías en que el progreso tecnológico siempre nos salvará? Es crucial cuestionar todas las facetas de nuestra visión del futuro para evitar caer en la rigidez mental que limita nuestras posibilidades de cambio.
4. ¿Qué otros futuros posibles puedes imaginar?
Una vez identificadas tus perspectivas y temores futuros, es interesante explorar escenarios alternativos. ¿Cómo cambian tus visiones al cuestionar tus suposiciones implícitas? Abre tu mente a la creatividad y considera todo tipo de escenarios, incluso aquellos que parecen demasiado fantásticos. Desafiar tus creencias te permitirá concebir futuros que antes podrían haber parecido inalcanzables.
5. ¿Qué futuro prefieres?
Ante la diversidad de futuros imaginados, ¿cuál te gustaría que se materializara? ¿Es un escenario que nunca habías considerado? ¿O tal vez parece demasiado bueno para ser verdad dada tu percepción actual del mundo? Identifica las razones que hacen atractivo ese futuro y destapa posibles suposiciones ocultas que influyen en tus preferencias.
6. ¿Cuáles son los pasos que puedes dar para alcanzar ese futuro?
Finalmente, es hora de pasar a la acción. ¿Qué acciones concretas puedes llevar a cabo, desde hoy y en adelante, para hacer realidad ese futuro deseado? Ya sea un pequeño gesto de bondad, voluntariado o simplemente comprometerte a ser el mejor ejemplo para ti y los demás, cada acción cuenta. Estos pasos pueden allanar el camino hacia la concreción de tus aspiraciones futuras.
Conclusión
Al responder sistemáticamente a estas preguntas, dotamos a nuestra vida de una mayor agencia, entendiendo que nuestras elecciones tienen un impacto significativo. Aunque no podamos controlar completamente el devenir del mundo que nos rodea, siempre tenemos el poder de decidir nuestras acciones, y esta capacidad puede, y de hecho lo hace, cambiar el mundo. Como bien dijo Ben Stein, “el primer paso indispensable para obtener lo que quieres es decidir lo que quieres”. ¿Entonces, qué futuro deseas?
Hasta la próxima semana. Despedida.
Source: Medium