Como padres, a menudo nos vemos inmersos en debates sobre la mejor manera de criar a nuestros hijos. ¿Deberíamos adoptar el modelo más controlador de “padres helicóptero” o deberíamos optar por el enfoque más relajado de “crianza libre”? Estas mismas preguntas pueden aplicarse al liderazgo en el ámbito laboral, donde la línea entre ser un líder controlador y uno más independiente puede resultar difusa.
El concepto de “micro-coaching” se presenta como una alternativa equilibrada que busca potenciar a los equipos sin caer en la sobre-dirección ni en la desvinculación total de los líderes. Mientras que el micro-gerenciamiento se centra en conservar el control sobre los resultados del equipo, el micro-coaching involucra al líder en el trabajo junto al equipo con el objetivo de potenciar su crecimiento y alcanzar los mejores resultados posibles.
Principios clave del micro-coaching
Ser vulnerable: Como coach, es fundamental reconocer la expertise del equipo y liderar con preguntas abiertas para comprender mejor sus suposiciones. Mostrarse vulnerable y dispuesto a hacer preguntas aparentemente simples fomenta un ambiente de colaboración y confianza.
Eliminar el ruido: Ayudar al equipo a mantener una visión amplia del problema, evitando que se enfoquen excesivamente en detalles irrelevantes. Como coach, tu labor es guiar al equipo para que se centre en lo que realmente importa, evitando la parálisis por análisis.
Replantear la situación: Ayudar al equipo a ver el desafío desde nuevas perspectivas, rompiendo con las limitaciones autoimpuestas. Fomentar la creatividad y el pensamiento innovador puede llevar a soluciones inesperadas.
Solicitar una solución: Aunque en ocasiones se prefiere no saltar rápidamente a las soluciones, pedir al equipo que resuma en pocas palabras sus conclusiones puede acelerar el proceso creativo y reforzar la confianza en el trabajo realizado.
Involucrarse activamente: Demostrar compromiso con el trabajo del equipo y asumir responsabilidad en los resultados. Ser un coach implica ser parte integral del equipo, estar presente en las buenas y en las malas, y trabajar conjuntamente hacia el éxito.
Conclusión
El micro-coaching se presenta como una metodología efectiva para liderar equipos de manera cercana, enfocada en el crecimiento y el desarrollo conjunto. Al adoptar este enfoque, los líderes pueden evitar los extremos de la microgestión y la desvinculación total, logrando un equilibrio que potencie tanto a los equipos como a los resultados organizacionales.
Te animo a probar estas técnicas de micro-coaching con tus equipos y a compartir tus propias experiencias en el arte de liderar con enfoque y empatía. Al igual que en la crianza de los hijos, encontrar el equilibrio adecuado en el liderazgo puede marcar la diferencia en el éxito y la satisfacción de todo el equipo.
¡Espero que este artículo te haya inspirado a explorar nuevas formas de liderazgo con tus equipos!
Source: Medium