Hay momentos en la vida en los que nos encontramos con desafíos inesperados que nos obligan a salir de nuestra zona de confort. En un artículo reciente, Amy Blaschka comparte una experiencia personal que le recordó valiosas lecciones empresariales mientras montaba un toro mecánico por primera vez. Su historia nos sirve como una fuente de inspiración para aplicar estos principios en nuestra propia vida profesional.

1. Atreverse a hacer algo nuevo que te asuste

Para crecer tanto como profesional como persona, es necesario salir de la zona de confort. Montar un toro mecánico puede ser una forma literal de hacerlo, pero también lo es aceptar ser panelista por primera vez en una conferencia de la industria o liderar una nueva propuesta de negocio. Al desafiarte a ti mismo, te obligarás a ampliar tus habilidades, aprender cosas nuevas y adaptarte para no caer en la complacencia.

2. Pedir consejo antes de emprender una gran tarea es una buena idea

Antes de subirse al toro, Amy reconoció humildemente que era su primera vez y pidió estrategias al operador. Aceptar el consejo jugó un papel vital en su éxito. Aunque estés listo para enfrentar un desafío, siempre es bueno dejar el ego a un lado y consultar con un colega de confianza para obtener sus consejos.

3. Siempre hay alguien observando

En el mundo empresarial, al igual que en el bar aquella noche, siempre habrá personas observando nuestras acciones. Tanto aliados como adversarios estarán al tanto de nuestros movimientos. Esta es una oportunidad para mostrar al mundo nuestro yo más valiente y sin miedo. Nuestras acciones pueden inspirar a otros a intentar algo nuevo o incluso atraer a nuevos clientes impresionados por nuestra valentía.

4. Adaptabilidad y flexibilidad son clave

Así como al montar el toro, en los negocios es fundamental ser flexible y adaptable. Permanecer rígido en nuestras posturas y puntos de vista nos llevará inevitablemente a caer. Ser capaz de adaptarse nos permite mantener el equilibrio y superar los desafíos que se presenten en nuestro camino.

5. Las “cicatrices” son normales y parte del proceso

Al enfrentarnos a situaciones que ponen a prueba nuestras habilidades, es normal que nos llevemos algunas “cicatrices”. Estos pueden ser errores en una presentación, un proyecto que no salió como esperábamos o cualquier otro contratiempo. Sin embargo, estas “cicatrices” son un recordatorio del riesgo, la recompensa y el esfuerzo que invertimos en superar un desafío.

6. No olvidar disfrutar del proceso

El placer de superar un obstáculo o un miedo es incomparable. En el caso de Amy, mantenerse en el toro mecánico durante 56 segundos fue toda una experiencia. Es importante recordar que enfrentar y superar un desafío empresarial generalmente resulta en un sentido de logro y emoción similares. Al final, lo importante es preguntarnos qué nos arrepentiríamos más: ¿intentar algo nuevo y fracasar o nunca intentarlo en absoluto?

En conclusión, enfrentar desafíos inesperados puede enseñarnos valiosas lecciones que podemos aplicar en el mundo de los negocios. Salir de nuestra zona de confort, buscar consejo, ser flexibles y mantener una actitud positiva son parte fundamental del camino hacia el éxito empresarial. Así que la próxima vez que te encuentres con un “toro mecánico” en tu vida profesional, recuerda estas lecciones y ¡disfruta del paseo!

Source: Medium