Rudyard Kipling, reconocido principalmente como el autor de “El Libro de la Selva”, demostró tener una profundidad y genialidad en su escritura que trascendió más allá de sus obras de ficción. Su poema titulado ‘If’ es un clásico que de manera evocativa indaga en nuestra vulnerable psique y espíritu humanos.

En un momento u otro, todos hemos sobreanalizado juegos o situaciones, señalado con el dedo a colegas y compañeros, mentido, luchado contra la adversidad, puesto excusas, luchado por levantarnos después de caer, y nos hemos enfocado en lo negativo. Todos hemos estado allí, hecho eso… Pero ‘If’ aspiras a la grandeza, ¡ten en cuenta las palabras atemporales de Rudyard! Aunque tengan más de un siglo de antigüedad, resuenan profundamente en aquellos en el viaje hacia convertirse en la mejor versión de uno mismo.

El poema nos enseña valiosas lecciones, como la importancia de mantener la calma cuando todo a tu alrededor está en caos, confiar en uno mismo cuando otros dudan, ser paciente, no ceder al odio o la vanidad, enfrentar el éxito y el fracaso de la misma manera, escuchar la verdad sin titubear, arriesgarse y comenzar de nuevo sin lamentar las pérdidas, perseverar incluso cuando parece que ya no queda nada más que la fuerza de voluntad.

Como emprendedor experimentado, mi parte favorita de este poema intemporal es la siguiente:

Or watch the things you gave your life to, broken, And stoop and build ’em up with worn-out tools: If you can make one heap of all your winnings And risk it on one turn of pitch-and-toss, And lose, and start again at your beginnings And never breathe a word about your loss.

Este fragmento resalta la importancia de la resiliencia, la determinación y la capacidad de reinventarse frente a la adversidad, sin dejarse vencer por los obstáculos.

El poema ‘If’ de Rudyard Kipling nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones, actitudes y valores, recordándonos que el camino hacia la grandeza requiere valentía, humildad, paciencia y determinación. Nos impulsa a mantener la integridad, a valorar tanto los momentos de triunfo como los de fracaso, y a seguir adelante con fuerza y ​​convicción.

En conclusión, las palabras de Kipling continúan siendo una fuente de inspiración atemporal que puede motivarnos a superar desafíos, alcanzar nuestras metas y convertirnos en mejores personas, emprendedores y compañeros de equipo.

¡Gracias, Rudyard Kipling, por este legado de sabiduría!

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Source: Medium