Cuando nos encontramos con situaciones en las que un experto realiza una tarea en poco tiempo y nos cobra un precio que puede parecernos elevado para ese breve periodo de trabajo, es importante reflexionar sobre el valor real que este profesional aporta a la solución de nuestros problemas cotidianos. En el mundo del diseño, la fontanería o cualquier otra disciplina, el tiempo que se invierte en convertirse en un experto es considerable, y no debe ser subestimado al momento de valorar su trabajo.
En el artículo en cuestión, se nos recuerda el famoso concepto de que se necesitan alrededor de 10.000 horas de dedicación a una actividad para considerarse un experto en ella. Esto equivale a aproximadamente 5 años trabajando un horario estándar de 9 a 5. Por lo tanto, cuando contratamos a un profesional para que realice una tarea en apariencia sencilla en unos pocos minutos, no solo estamos pagando por ese breve lapso de tiempo, sino por toda la experiencia, el conocimiento y la habilidad que ha adquirido a lo largo de los años.
El ejemplo del fontanero que resuelve un problema en 15 minutos, pero cobra una tarifa justa por su trabajo, es un recordatorio de que el valor de un servicio no radica únicamente en el tiempo que lleva realizarlo, sino en la calidad, la eficacia y la tranquilidad que aporta a nuestra vida diaria. Es fácil caer en la tentación de pensar que podríamos haber hecho el trabajo por nuestra cuenta, pero olvidamos todos los años de práctica y aprendizaje que han permitido al experto realizar esa tarea de manera rápida y eficiente.
Es fundamental comprender que el precio que pagamos por un servicio no solo cubre el tiempo que el profesional invierte en realizarlo, sino también su expertise, las herramientas utilizadas, el valor agregado a nuestra vida y la solución que nos proporciona. En el ámbito del diseño, al igual que en cualquier otra profesión, no debemos regatear ni cuestionar el precio basándonos únicamente en el tiempo aparente de trabajo, sino en el resultado final que estamos buscando y en la calidad de la solución que se nos ofrece.
En conclusión, es fundamental valorar y respetar el trabajo de los expertos en sus respectivas áreas, reconociendo que el tiempo invertido en perfeccionar una habilidad no se limita a la duración de una tarea específica, sino a años de dedicación y aprendizaje continuo. Solo al comprender y apreciar este hecho podremos realmente entender el verdadero valor de los servicios que recibimos y tomar decisiones informadas y justas al respecto.
Source: Medium