En el mundo empresarial acelerado en el que nos encontramos, a menudo somos rápidos para sumergirnos en nuestro interminable flujo de correos electrónicos y comenzar a enviar mensajes relacionados con el trabajo sin siquiera pensar en la persona al otro lado que recibirá los mensajes. Puede ser un efecto secundario de un entorno socialmente desconectado; sin embargo, existe una manera de combatir tales efectos a través de una práctica sencilla pero efectiva: comenzar su mensaje con un saludo.

Para algunas personas, empezar un mensaje con algo como “buenos días” al enviar un correo electrónico a un colega cercano puede parecer trivial o poco práctico, pero cambia el efecto de cómo se percibe el mensaje, ya sea que lo reconozca o no. Comenzar con un saludo no es adular ni ser condescendiente; realmente se reduce a la cortesía básica.

Imagina que estás en un restaurante y te sientas en tu mesa. El camarero se acerca a ti y pregunta: “¿Qué desean?” Ese ejemplo puede no afectar a algunas personas en absoluto; sin embargo, imagina si el camarero dijera: “Buenas noches, ¿cómo están todos esta noche? ¿Tuvieron la oportunidad de mirar el menú? ¿Qué desean?”

El resultado es el mismo, pero el camino hacia ese resultado se considera más de cortesía y respeto. Lo mismo se aplica en la mayoría de los lugares de trabajo, ya que todos queremos ser tratados con respeto. No se trata de correcto o incorrecto; es mucho más sutil que eso. El primer escenario con el camarero no es necesariamente incorrecto; es simplemente menos cortés que el otro.

La cortesía en el lugar de trabajo es algo complicado de “imponer” porque, en su mayor parte, las personas no están haciendo nada que vaya en contra de las reglas. Debe sugerirse como una práctica en lugar de imponerse, y puede llevar más de un intento para tener éxito. Personalmente, he implementado la práctica de comenzar cada mensaje con un saludo y, solo observando lo que estoy haciendo, mi personal suele seguir el ejemplo.

Después de esa fase inicial, simplemente realiza la declaración a tu equipo de que te gustaría ver un saludo al escribir un correo electrónico en cada mensaje inicial, independientemente de a quién vaya dirigido. Las respuestas las dejo a discreción del empleado según el tiempo que haya transcurrido desde el mensaje inicial.

Los efectos de solo ese pequeño cambio pueden tener un impacto en la forma en que los empleados se tratan entre sí, ya sea virtualmente o en persona. Espero que este simple paso ayude a crear un lugar de trabajo más cortés para ti, ya que cada pequeño cambio hacia ser más cortés puede ayudar en cosas significativas como la satisfacción de los empleados, la retención de empleados y el aumento de la camaradería en el lugar de trabajo.

Gracias por leer y hasta la próxima.

Robert Andrew Stanley

Source: Medium