Hace algunos años, tuve una experiencia en la que aprendí una lección valiosa acerca de cómo manejar el miedo y la ansiedad ante situaciones desafiantes. Estaba con unos amigos en el lago practicando wakeboard y esquí acuático cuando uno de ellos decidió saltar desde un acantilado. Este momento me llevó a reflexionar sobre cómo nuestras mentes pueden influir en nuestra capacidad para enfrentar situaciones difíciles.

Mi amigo realizó el salto de una manera tan fluida y sin titubeos que me dejó impresionado. Le pregunté cómo lograba hacer algo así sin miedo ni dudas, a lo que él respondió con un consejo que cambiaría mi perspectiva para siempre. Me dijo: “No pierdas tiempo pensando en el salto cuando primero tienes que llegar al borde. Solo pienso en las cosas cuando es necesario hacerlo”.

Este simple pero profundo consejo me hizo darme cuenta de la importancia de mantener la mente ocupada en el presente para evitar la auto-duda y la indecisión. Muchas personas se paralizan por el miedo y la ansiedad, lo que les impide perseguir sus sueños y reduce sus metas. Al permitir que la mente divague antes de enfrentar algo que nos asusta, abrimos la puerta a la auto-duda y la indecisión, lo que puede llevarnos a renunciar antes siquiera de intentarlo.

Si nos enfocamos en la tarea que tenemos entre manos, evitamos que la mente se desvíe hacia pensamientos negativos. De esta forma, podemos enfrentar los retos con determinación y valentía. Es importante recordar que a menudo, los obstáculos que percibimos como abrumadores se desglosan en pasos más manejables si los abordamos de manera gradual.

El llenar nuestro tiempo mental con el presente nos ayuda a mantenernos enfocados en lo que importa, evitando así que el miedo nos paralice. Ya sea en el ámbito personal, laboral o de relaciones, este enfoque nos permite avanzar paso a paso, superando obstáculos y alcanzando nuestras metas.

Por lo tanto, la próxima vez que te enfrentes a un desafío abrumador, recuerda el consejo de mi amigo: no te preocupes por el salto hasta que llegues allí, porque en ese momento será mucho más fácil. Mantén tu mente ocupada en el presente, enfocándote en el primer paso que debes dar, y luego en el siguiente, y así sucesivamente. ¡No te centres en el salto cuando ni siquiera estés listo para ello!

Source: Medium