El artículo menciona cómo los resultados comerciales impulsan la mayoría de las decisiones empresariales y destaca la necesidad de que los diseñadores reconozcan esta realidad. A menudo, se percibe el diseño como una cuestión estética, de estructura, funcionalidad, proceso e incluso como un centro de costos o beneficios para una empresa. Sin embargo, independientemente de la perspectiva, la función principal de un diseñador es participar en un proceso que genere resultados con un valor real para las personas, un valor lo suficientemente significativo como para que la empresa y sus clientes estén dispuestos a pagar por él.
La economía del diseño es un tema que no se discute ni se escribe lo suficiente y según la experiencia del autor, no es algo que muchos equipos de diseño entiendan bien. Se plantea la pregunta de si es posible asignar un valor monetario al impacto de cada decisión de diseño. Si esta valoración no se realiza de manera seria dentro de una organización, se crea un problema importante. Sin embargo, esto puede solucionarse comenzando a trabajar con cifras y datos desde el principio, aunque IDEO sugiera empezar por la “deseabilidad”.
Embedding la Economía del Diseño en la Organización
Para incorporar la economía del diseño en una empresa, el artículo propone acciones concretas en dos áreas clave: en el proceso de integración de nuevos miembros al equipo de diseño y en el proceso de diseño en sí.
1. Integración de nuevos miembros
El proceso de integración de nuevos empleados es fundamental para introducir un enfoque comercial a través de las funciones de diseño. Al incorporar la economía en el proceso de contratación, se puede dar contexto comercial a los nuevos empleados. Por ejemplo, asignar a un diseñador novel a un diseñador experimentado, involucrar al nuevo empleado en la investigación antropológica o analizar datos en tiempo real para mostrar cómo afectan las decisiones de diseño. Estas actividades agregan valor al equipo y fomentan la conciencia comercial. Es importante que los nuevos miembros del equipo entiendan cómo sus hipótesis de diseño impactan los objetivos comerciales de la empresa.
2. Proceso de Diseño
Es vital que el proceso de diseño justifique su existencia a través de un fuerte retorno de la inversión (ROI). Los líderes de diseño deben incluir un enfoque comercial en los procesos existentes. Las revisiones formales de diseño son una oportunidad excelente para integrar la economía en el proceso. Además, las actividades como los Design Sprints pueden involucrar activamente a los diferentes departamentos comerciales en el proceso de diseño y fomentar la comprensión compartida. Es fundamental equilibrar las necesidades de la empresa con las necesidades de los clientes en cada interacción del producto para crear y extraer valor de manera eficaz.
3. Medición
Lo que medimos es crucial. Es necesario cuantificar el impacto de las decisiones de diseño en términos de valor comercial. Saber cómo las acciones de diseño afectan los resultados de la empresa, como la disminución del tiempo de uso para los usuarios nuevos, puede ser fundamental para justificar la inversión en diseño. De igual manera, comprender cómo el éxito del usuario se traduce en éxito empresarial es esencial para tomar decisiones informadas y efectivas durante el proceso de diseño.
En resumen, la economía del diseño es un aspecto crucial que debe integrarse en todas las etapas del proceso de diseño de una empresa para garantizar la sostenibilidad y la creación de valor tanto para los clientes como para la organización en su conjunto.
Source: Medium