Competir no es algo de lo que debamos tener miedo, es algo que debemos abrazar. Por lo general, cuando hablamos de competencia, la asociamos con la lucha feroz, el deporte agresivo o la guerra empresarial, en la que todas las partes luchan por llegar a la cima.
Ser competitivo no se trata de vencer al otro lado. La parte que implica dañar directamente a alguien se llama Agresividad. El hecho de que asociemos estos dos mentalidades es porque son similares. La mayoría de las veces, debido a que generan fuertes emociones, tendemos a mezclarlos.
Cuando somos competitivos, queremos trabajar en nosotros mismos, mejorar nuestras ideas, mente, habilidades físicas, reacciones emocionales, servicios, etc. Por otro lado, cuando estamos en un estado agresivo, queremos atacar o defendernos y encontramos formas creativas de dañar al otro lado. Todo se trata de la dirección de nuestro flujo de atención.
Creo que el sistema educativo actual está roto, en varios niveles. En primer lugar, el sistema de calificación es defectuoso porque crea un ambiente agresivo, no competitivo. Calificamos el rendimiento de los estudiantes basándonos en una cierta matriz de medición centrada en el trabajo individual. Luego usamos esas calificaciones para comparar a los estudiantes. Con el tiempo, este sistema creará frustración y enojo entre los estudiantes y se pondrán a la defensiva o serán agresivos, dependiendo de su personalidad, de una manera destructiva. Comenzarán a competir siendo agresivos.
Una solución a este problema es un enfoque más competitivo y menos agresivo. Nuestro enfoque principal como maestros y mentores debería ser enseñar a nuestros jóvenes a centrarse en su propio yo y luego ser capaces de competir en grupos. De esta manera, tendrán que centrarse en el proyecto, en el equipo y en sí mismos en lugar de ser agresivos con los otros equipos.
Cuando competimos en grupo, trabajamos mejor, de manera más eficiente y más productiva. Pero trabajar en grupo implica diferentes habilidades como la comunicación, el liderazgo, la escucha activa, etc. Este nuevo enfoque de enseñanza, que permite a los niños trabajar juntos en grupos y descubrir su naturaleza competitiva, puede tener enormes implicaciones positivas para los niños, porque los prepara para poder confiar en los demás, delegar, liderar, negociar… y con el tiempo ser más sociables.
Somos criaturas sociables. No somos los más rápidos, ni los más fuertes, pero nuestra capacidad para trabajar juntos y nuestra adaptabilidad a diferentes situaciones nos puede permitir con el tiempo resolver los mayores problemas a los que nos enfrentamos.
¿Has tenido la oportunidad de trabajar en un proyecto con un equipo compuesto por personas que te gustaban? ¿Qué sientes que es lo más difícil de manejar mientras eres parte de un equipo?
Llamado a la Acción
A través de esta serie de artículos llamada “3 Minutos al día para una Mentalidad más Fuerte” te estoy ayudando a encontrar y construir una mentalidad sólida, escribiendo mi punto de vista sobre diferentes temas que encontramos en nuestra vida diaria. Creo firmemente que una vez que podemos entender un tema, podemos conectarnos con la idea o rechazarla por completo. Ambas formas nos ayudan a crecer y desarrollar nuestra propia forma de ver el mundo.
Si te gusta mi trabajo, aplaude, compártelo con tus amigos y sígueme. Al final, todo comienza con nosotros, con nuestra mente, nuestro ser e incluso nuestras historias.
Si tu entrenador personal puede ayudarte a ponerte en forma en el gimnasio, yo te ayudaré a tener una Mentalidad en forma. Conéctate en Medium, Linkedin, Twitter y compartamos algunas ideas.
Source: Medium