Ha llegado el momento de un cambio en la forma en que concebimos los negocios, y el papel de los mismos en nuestro mundo y su impacto en nuestra sociedad. Necesitamos replantear los negocios en el contexto de la belleza. ¿Por qué la belleza? La belleza no se trata
solamente de vestidos bonitos y vistas al atardecer: se trata de tomar objetos y experiencias comunes y convertirlos en obras de gracia poco comunes. La gente se siente atraída, naturalmente, a regresar a ellos una y otra vez. Y si las personas regresan a las cosas
una y otra vez, es porque aman lo que haces.

La búsqueda de la belleza te desafía a ver más profundamente. Al centrarte en la belleza, no estás siendo suave o sentimental; al contrario, estás exigiendo rigor y disciplina. Como dijo el filósofo-poeta Ralph Waldo Emerson, “La belleza nos saca de las superficies
y nos lleva a la base de las cosas”. No es una huida de la realidad, sino un abrazo íntimo a ella.

La Belleza Fundamental ofrece resistencia y rentabilidad. Consideremos dos componentes clave para crear belleza, la Sensualidad y el Diseño, y por qué son fundamentales para cualquier negocio hoy en día.

Sensualidad y Diseño: Pilares de un negocio hermoso

El mundo es sensual y texturizado. De forma intuitiva, buscamos lo táctil. Objetos y experiencias bien diseñados nos hablan directamente a través de nuestros sentidos. Un negocio hermoso también opera a través de los sentidos: diseñar la cultura de un negocio, su
entorno, puede tener efectos beneficiosos profundos y duraderos en el bienestar y la productividad del personal. Si abrazamos la evidencia de nuestros sentidos, nos volvemos más poderosos, no menos.

El buen diseño siempre ha sido buen negocio. Algunas de las empresas más valoradas hoy en día fueron fundadas por diseñadores. Los diseñadores plantean una pregunta simple: ¿es útil y es hermoso? Esto es cómo pueden remodelar el mundo en el que vivimos. Diseñar
como ‘experiencia’, por ejemplo, comprende que diseñar y crear para nuestro yo táctil —cosas intuitivas, fáciles y alegres de usar— venderá más productos y servicios a un valor más alto.

¿Cómo crear un negocio hermoso?

Para crear un negocio hermoso, las empresas necesitan tener un Propósito Hermoso. Ninguna cantidad de incentivos o charlas motivacionales pueden igualar el poder de que las personas sientan que están involucradas en algo un poco especial. Y que realmente tienen
parte en hacerlo realidad. Apreciamos lo que creamos. El artista Olafur Eliasson alimenta a 90 empleados en su estudio en Berlín todos los días con comida vegetariana recién cocinada. “Cocinar es cuidar a otros. Es un gesto de generosidad”.

Las empresas que crean Culturas Hermosas se vuelven muy atractivas, porque son ‘auténticas’. Las personas —empleados o clientes— quieren pertenecer, dar un paso adicional, entusiasmarse, soportar, apoyar, invertir. Y las culturas hermosas se convierten en
Hermosas como comunidad.

Las empresas que practican un Liderazgo Hermoso saben cómo dar gran potencia a su organización empoderando a su gente. Igualmente, el liderazgo en pensamiento y acción puede energizar a todos los que están invertidos espiritual, emocional y financieramente
en ese negocio.

Conclusión: Belleza en los negocios para un impacto duradero

En resumen, la belleza en los negocios no se trata únicamente de lo estético, sino de una forma de concebir, liderar y hacer negocios que tenga en cuenta aspectos fundamentales como la sensibilidad, la autenticidad, la creatividad y la responsabilidad social
y ambiental. Al integrar la belleza en la cultura corporativa, en el diseño de los productos y servicios, y en las interacciones con los clientes y empleados, las empresas pueden lograr beneficios a largo plazo que van más allá de lo meramente financiero.

Source: Medium