En la actualidad, cada vez es más común la idea de no necesitar ser un profesional para ganarse la vida. Las empresas están comprendiendo los beneficios de movilizar a la fuerza laboral, permitiendo que se trabaje de forma remota en lugar de acudir a una oficina lejana al hogar. La contratación de empleados se está trasladando lentamente hacia un modelo basado en contratos. A pesar de esto, la mayoría de las personas aún pasan más tiempo desplazándose y en la oficina que en sus propias casas. El trabajo es algo que consumirá la mayor parte de nuestro tiempo, por lo que la necesidad de comunidad en el lugar de trabajo es mayor que nunca. La automatización se está apoderando del mundo empresarial y de la fabricación, lo que significa que hay más oportunidades disponibles que nunca. Por ende, las personas tienen aún más incentivos y motivación para emprender sus propios negocios. A medida que los precios inmobiliarios continúan aumentando, cada vez más empresas se dan cuenta de la necesidad de tener un espacio de oficina más eficiente y están considerando unirse o iniciar un espacio de coworking. ¡Es evidente que el futuro del coworking nunca ha sido tan prometedor!
Los espacios de oficina compartidos son el futuro. Los espacios de coworking son, en esencia, espacios de trabajo compartidos. Sin embargo, en la actualidad, el coworking implica compartirlo todo.
Los espacios de coworking son una solución para problemas como el desperdicio de espacio no utilizado y, por ende, de dinero; la posibilidad de escalar el espacio de oficina a medida que el equipo crece; una comunidad diversa con la que intercambiar ideas y obtener retroalimentación (y quizás encontrar a los primeros clientes); y la reducción de los costos iniciales de establecer una oficina.
¿Quiénes utilizan los espacios de coworking? Desde freelancers a tiempo completo, startups, profesionales que trabajan después del horario laboral en proyectos paralelos, hasta empleados remotos.
Existen diversos tipos de espacios de coworking, desde aquellos centrados en un modelo de bienes raíces puros, hasta lugares educativos que ofrecen cursos, aceleradores de empresas, espacios dedicados a sectores específicos, todos con el objetivo de proporcionar un ambiente de trabajo colaborativo.
Es fundamental tener en cuenta ciertos atributos para que un espacio de coworking sea exitoso, como la ubicación, la comunidad, la presencia de cafetería/pantry, salas de conferencias, eventos, planes y tarifas bien definidos, red de mentores e inversores, instalaciones adaptadas para una atmósfera de trabajo positiva y productiva, entre otros.
Además, es importante considerar los posibles obstáculos a los que se enfrentan los espacios de coworking independientes, como la competencia de grandes espacios de coworking, el surgimiento de más y más incubadoras/aceleradoras que ofrecen espacios de coworking gratuitos, así como la amenaza de empresas inmobiliarias y corporaciones que comienzan a ofrecer experiencias de coworking como un servicio complementario.
Sin embargo, también existen numerosas oportunidades en el mercado de los espacios de coworking, como la creación de alianzas con agregadores de coworking, la expansión a ciudades de menor tamaño, la creación de espacios específicos para ciertos profesionales, la implementación de plataformas de gestión de espacios de coworking, entre otras.
En resumen, los espacios de coworking no son solo una moda pasajera, sino que llegaron para quedarse, ofreciendo infinitas posibilidades de networking, ahorro de costos, aprendizaje de otros y enfoque en el negocio principal.
Source: Medium