Cuando se trata de liderazgo, a menudo nos enfrentamos a la decisión de adoptar un enfoque de “carpintero” o de “jardinero” en nuestra forma de liderar equipos. Este dilema se refiere a cómo tratamos el crecimiento y desarrollo de quienes están bajo nuestra responsabilidad, ya sea en un entorno laboral o incluso en casa, como padres.

El artículo que inspiró esta reflexión narra la historia de un joven piloto en el ejército que fue guiado y enseñado valiosas lecciones por un líder que optó por el enfoque de jardinero. En lugar de imponer su control y sus reglas de manera estricta, este líder le permitió al piloto planificar misiones, cometer errores y aprender de ellos; le brindó un espacio para crecer y desarrollarse, enriqueciendo así su experiencia y confianza.

El Enfoque del Carpintero

El enfoque del “carpintero” en el liderazgo implica la creación de circunstancias exactas y la tolerancia cero hacia los errores. Es como construir una estructura con medidas precisas y con un objetivo claramente definido, sin dejar margen para la flexibilidad o la innovación en caso de cambios inesperados.

Un ejemplo citado en el artículo es el caso de Kodak en la industria del cine. Durante años, Kodak fue líder del mercado con estándares altos, control absoluto sobre su cadena de suministro y una estrategia bien definida. Sin embargo, al no adaptarse al cambio tecnológico hacia la fotografía digital, su modelo de negocio se desvaneció, demostrando las limitaciones del enfoque del “carpintero” en un mundo en constante evolución.

El Enfoque del Jardinero

Por otro lado, el enfoque del “jardinero” implica preparar el terreno, sembrar la semilla, proporcionar nutrientes y cuidados constantes, permitiendo que el sistema crezca de manera orgánica y adaptable a las circunstancias cambiantes.

Así como un jardinero no sabe con certeza cuánto crecerá una planta, un líder que adopta este enfoque confía en crear un entorno propicio para el desarrollo de su equipo. Permitir a los miembros del equipo cometer errores, aprender de ellos y prosperar en un ambiente seguro les brinda la oportunidad de crecer y alcanzar su máximo potencial.

Aplicaciones Prácticas

Ya sea en el ámbito laboral, al liderar un equipo, o en el ámbito personal, al guiar a nuestros hijos, la elección entre ser un “carpintero” o un “jardinero” como líder puede tener un impacto significativo en el crecimiento y el éxito de quienes están a nuestro cargo.

Tomemos como ejemplo la historia del joven piloto en el ejército, quien gracias a la actitud de su líder jardinero pudo convertirse en un piloto competente y a su vez transmitir esas enseñanzas a las generaciones futuras.

Conclusión

En última instancia, la clave está en encontrar un equilibrio entre la planificación y la flexibilidad, entre imponer normas y permitir el crecimiento orgánico. Ser un líder efectivo significa saber cuándo ser un “carpintero” y cuándo ser un “jardinero”, adaptando nuestro enfoque a las situaciones y necesidades específicas de nuestro equipo.

La próxima vez que te encuentres liderando a otros, pregúntate: ¿Eres un jardinero o un carpintero? Tu elección podría marcar la diferencia en el desarrollo y éxito de quienes te rodean.

Source: Medium