Para alcanzar el éxito, primero debes fracasar. Esta afirmación puede resultar impactante a primera vista. Parece contradictorio hablar sobre la importancia del fracaso en un post acerca del éxito. Sin embargo, es la misma naturaleza de la relación entre el éxito y el fracaso lo que hace que este último sea tan influyente en la consecución del éxito.
Con frecuencia, queremos creer que podemos lograr todo lo que nos proponemos desde el principio. No nos gusta pensar en los contratiempos y obstáculos que pueden surgir en el camino. Preferimos obviar estas circunstancias porque, francamente, es desagradable. Minan nuestra motivación al hacernos pensar que todo lo que hemos estado trabajando podría ser en vano, que podríamos tener que comenzar de cero si nuestro plan se desmorona. ¿No te dan ganas de rendirte, verdad?
Antes de sucumbir al fracaso, detente un momento y reflexiona sobre estas tres citas inspiradoras:
- “No he fallado. Solo he encontrado 10,000 maneras que no funcionan”.
- “He fallado 99 veces, pero en el intento número 100 llegó el éxito”.
- “Si las cosas no están fallando, no estás innovando lo suficiente”.
Estas citas, aunque inspiradoras, ¿no provienen simplemente de personas comunes y corrientes sin éxito? Piénsalo de nuevo. La primera cita se atribuye a Thomas Edison, quien, en sus esfuerzos por crear la bombilla, supuestamente falló 10,000 veces antes de lograr el éxito definitivo con la idea. Y ahora su invención lleva luz a miles de millones de personas en todo el mundo. ¿Y esa segunda cita? Es de Albert Einstein, uno de los físicos más grandes jamás conocidos y el primero en desarrollar la teoría de la relatividad que se utilizó en la creación de los primeros televisores. Y la tercera cita proviene de Elon Musk, CEO de Tesla Motors y uno de los hombres más ricos de la Tierra, con un patrimonio neto de 20.7 mil millones de dólares.
Estas citas hablan por sí mismas. Estos hombres han fallado más veces de las que algunos de nosotros ni siquiera hemos pensado en intentarlo. La lección aquí es obvia: el fracaso no es un requisito previo para el éxito, pero está muy cerca de serlo. La mayor falla radica no en la falta de éxito, sino en la falta de intentarlo siquiera. Podemos aprender del fracaso diez veces más de lo que podemos aprender del éxito y, cuanto antes nos demos cuenta de esta realidad, antes podremos avanzar realmente hacia nuestras metas.
Tal vez necesitamos cambiar nuestra mentalidad. Ya no deberíamos considerar el fracaso como un obstáculo o una barrera para nuestro éxito. Tal vez debamos empezar a ver el fracaso como aquello que nos llevará al mayor éxito. Quizás nuestro objetivo no debería ser evitar la imponente montaña que representa el fracaso. En lugar de encontrar una forma de rodearla, podríamos intentar superarla. Atacar la montaña de frente, sabiendo que cada paso será más difícil que el anterior. Seguir adelante porque sabemos que, al final, podemos estar seguros de una cosa: una vez que alcancemos la cima, estaremos más altos de lo que nunca antes habíamos estado. Seremos más fuertes que nunca. Y, sobre todo, sabremos la mejor forma de escalar la montaña la próxima vez que nos encontremos con ella.
Necesitamos cambiar nuestras actitudes hacia el fracaso. Ya no es una barrera para nuestro éxito. Ya no es algo que debamos evitar. Ya no es indeseable. De ahora en adelante, es simplemente un escalón más que nos lanzará más lejos de lo que nunca hemos llegado. ¿Cuál es tu actitud hacia el fracaso?
Source: Medium