Sakichi Toyoda nació como hijo de un carpintero pobre. Sin embargo, al momento de su fallecimiento, Toyoda era conocido como el ‘Rey de los Inventores Japoneses’. A lo largo de su vida, inventó numerosos dispositivos de tejido, incluido el primer telar de potencia automático de Japón. Estos inventos marcaron el camino hacia la modernización de Japón a medida que sus compatriotas empezaron a apreciar el poder de la automatización. A medida que Toyoda alcanzaba el éxito, viajaba alrededor del mundo a Europa y Estados Unidos para aprender más sobre los procesos de fabricación. Su pasión por la invención perduró hasta su muerte en 1930. Hoy en día, el nombre de Sakichi Toyoda vive a través de la Toyota Motor Corporation, el mayor fabricante de automóviles del mundo.
Uno de los mayores legados de Sakichi Toyoda para la longevidad de Toyota no fue físico, sino una de sus filosofías. Toyoda tenía el hábito de hacer preguntas. Al igual que cualquier inventor que se precie, era inquisitivo acerca de cada proceso y no se detenía hasta encontrar una respuesta satisfactoria. Este enfoque se transfirió a los procesos utilizados en las plantas de fabricación de Toyota. “Observa el suelo de producción sin prejuicios”, aconsejaba Toyoda. “Haz la pregunta ‘por qué’ cinco veces sobre cada asunto”.
El Método Toyota nos ayuda a mirar más allá de lo superficial y adentrarnos en las causas raíces en lugar de examinar las causas próximas. Hacerlo nos permite establecer la relación de causa y efecto, lo que a su vez nos permite idear soluciones para resolver un problema específico y prevenir su recurrencia.
Es fundamental estar dispuesto a contener la tendencia a llegar a conclusiones rápidas. Mientras que las respuestas rápidas nos fueron útiles en el pasado, pueden llevarnos a tomar malas decisiones. El Método Toyota puede no ser suficiente para lidiar con problemas complicados, pero su belleza inherente radica en su simplicidad. Cualquiera puede aplicar el método diariamente y construir el hábito de mirar más allá de las causas próximas.
Sakichi Toyoda no creó el Método Toyota para resolver un problema corporativo, sino que surgió de su mente inquisitiva. La curiosidad es algo natural en los niños porque se maravillan y se asombran de lo que ocurre a su alrededor. Debemos avivar esa misma curiosidad que yacía en nosotros cuando éramos niños y satisfacerla de manera ordenada. No importa que no obtengamos las respuestas que buscamos, el simple acto de cuestionar marca la diferencia.
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Source: Medium