El artículo que acabamos de leer nos invita a reflexionar sobre el concepto de poder y fortaleza, desafiando la narrativa cultural predominante. En él, se pone en relieve la práctica de una postura de yoga conocida como el Guerrero Humilde, también llamada el Silver Surfer, y cómo la humildad puede ser una fuente inagotable de energía y resistencia.

En un mundo que nos enseña que el poder proviene de la voluntad personal, la confianza y la dominación sobre obstáculos y miedos, resulta interesante considerar la idea de que la verdadera fortaleza puede surgir de la humildad. La humildad, en contraposición a la arrogancia y el ego, nos invita a soltar deseos, a practicar la gratitud y a reconocer nuestras propias vulnerabilidades.

La postura del Guerrero Humilde en el yoga nos desafía física y mentalmente. Requiere fuerza en las piernas, estabilidad en el núcleo y resistencia en la espalda baja. Mantener el equilibrio en esta postura no solo es un desafío físico, sino también emocional, ya que nos confronta con nuestras propias limitaciones y la necesidad de aceptarnos tal como somos.

La autora del artículo describe cómo, a través de la práctica de esta postura, ha descubierto que la verdadera fortaleza radica en la vulnerabilidad. Reconocer y exponer nuestras debilidades no nos hace débiles, al contrario, nos conecta con nuestra humanidad y nos permite sentir empatía hacia los demás.

La humildad, lejos de ser sinónimo de debilidad, se presenta como una fuente de poder genuino. Nos permite enfocarnos en servir a los demás, en ser mejores personas en lugar de buscar validación externa o compararnos constantemente con los demás. Esta actitud de humildad y servicio nos brinda una fuerza interior que va más allá de la mera apariencia de poder.

En un mundo donde a menudo se ensalza la arrogancia y la autosuficiencia, es importante recordar que el verdadero poder no reside en la capacidad de imponer nuestra voluntad a los demás, sino en la capacidad de conectarnos con nuestra propia esencia y con la humanidad que compartimos con los demás.

Así pues, la próxima vez que te encuentres en una situación que te desafíe, ya sea física, emocional o mental, recuerda al Guerrero Humilde. Encuentra la fuerza en la humildad, en la aceptación de tus debilidades y en la voluntad de servir a un propósito mayor. Quizás descubras que la verdadera fortaleza siempre ha estado dentro de ti, esperando a ser reconocida.

Source: Medium