La creatividad a menudo se menciona como un fenómeno casi místico, algo inculcado, con lo que se nace o no. El pensamiento creativo es una parte integral de la creación de nuevas ideas, inventos y la resolución de problemas complejos, y a menudo se pasa por alto y se subestima en las primeras etapas de nuestra vida académica y profesional. A medida que aparentemente el tiempo se acelera y experimentamos problemas más complejos, siento que la creatividad sigue aumentando en importancia. Nos permite anticipar y hacer frente a los desafíos que surgen de un mundo en constante cambio.

La pregunta que me he estado haciendo es si la creatividad es una característica genética innata que no podemos controlar ni desarrollar; o si, al igual que muchas otras habilidades y procesos, se puede mejorar y enseñar activamente. Pasé mi vida escolar creyendo que la creatividad era un don con el que algunos nacen y otros, como yo, no poseen. En realidad, el 90% de nuestra capacidad creativa se aprende. Es una habilidad con un proceso y, al igual que la mayoría de las habilidades, se puede mejorar con la práctica. Es sencillo aplicar el pensamiento creativo a problemas cotidianos, ideas, innovaciones y soluciones una vez que conoces el proceso, por supuesto.

Las 5 habilidades para desarrollar tu creatividad

  1. Comprende el problema: Conoce el problema/situación que estás tratando de resolver de arriba abajo. Define y redefine el problema de la mayor cantidad de maneras posibles.
  2. Investiga: Una vez que entiendes la situación o problema, investiga el tema de manera intensiva. Investiga el problema, el área y áreas relacionadas con dicho problema. Cuanto más base de conocimientos puedas construir, más soluciones y formas de resolver el problema tendrás.
  3. Trabaja duro: En mi opinión, lo más importante es que ser creativo no siempre es fácil. Las grandes ideas nacen del trabajo duro y la investigación. Como dijo Thomas Edison, “El genio es 1% inspiración y 99% transpiración”.
  4. Ejercítate: El ejercicio también es una excelente manera de hacer circular la sangre por tu cuerpo y cerebro para estimular y generar esos pensamientos creativos cuando estés listo para sentarte de nuevo en tu espacio mental creativo.
  5. Relájate: Necesitas darle un descanso a tu cerebro. A menudo, la brillante idea llega a tu mente cuando estás relajado. Para algunos, suele ser justo antes de dormir o al despertar, para otros suele ser en la ducha.

A menudo se confunde la creatividad con ser algo fácil para aquellos que son creativos “innatamente”. La verdad del asunto es que si no fuera por la investigación, el trabajo duro y la persistencia en las primeras etapas del proceso creativo, ese momento de “eureka” nunca sucedería. La creatividad es como cualquier habilidad, cuanto más trabajes en mejorarla y practicarla, mejor te volverás; y como una de las habilidades más valiosas que cualquiera puede tener hoy en día, definitivamente vale la pena esforzarse en ello.

Source: Medium