En el sector de bienes raíces, el concepto de economía circular está revolucionando la forma en que se construyen y utilizan los edificios, integrando además el diseño centrado en la experiencia del usuario. La economía circular se basa en la idea de utilizar, reutilizar y regenerar recursos en un ciclo cerrado, en contraposición al patrón lineal de extracción, uso y eliminación. Al aplicar este enfoque al sector inmobiliario, se abren las puertas a resultados sorprendentes que benefician tanto al medio ambiente como a los usuarios de los espacios.
Una de las principales ventajas de la economía circular en bienes raíces es la posibilidad de adoptar prácticas de construcción más sostenibles, lo cual tiene un impacto significativo en la reducción del daño al medio ambiente. El diseño centrado en la experiencia del usuario (UX) desempeña un papel crucial en este aspecto, ya que un edificio bien diseñado puede reducir la necesidad de consumo de energía al incorporar luz natural y ventilación, y al optimizar la distribución del espacio para minimizar las distancias de desplazamiento.
Otro aspecto importante de la economía circular en bienes raíces es el uso de materiales y tecnologías diseñados para ser desmontados y reutilizados en lugar de ser demolidos y enviados a vertederos. Esta mentalidad de construcción con visión de futuro implica tomar decisiones conscientes a lo largo de todo el proceso de construcción, desde la selección de materiales hasta la forma en que se ensamblan, con el objetivo de obtener un resultado más sostenible.
Además, fomentar el uso de espacios y recursos compartidos, como áreas de trabajo compartidas, almacenamiento de bicicletas o programas de uso compartido de automóviles, no solo reduce el impacto ambiental del transporte, sino que también mejora la calidad de vida de las personas que utilizan el edificio.
La integración de tecnología inteligente en los edificios también desempeña un papel fundamental en la economía circular, permitiendo monitorear el consumo de energía y automatizar sistemas como iluminación, calefacción y refrigeración para lograr una mayor eficiencia energética con ahorro de costos y beneficios ambientales.
Implementar una economía circular en el sector inmobiliario no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino también para la rentabilidad a largo plazo. Las prácticas de construcción sostenible, el uso de materiales y tecnologías diseñados para ser reutilizados, la promoción de espacios y recursos compartidos, y la incorporación de tecnología inteligente pueden resultar en ahorros de recursos y dinero a largo plazo.
En un ejemplo concreto, las “casas pasivas” son edificaciones altamente aisladas y estancas que requieren poca energía para calefacción y refrigeración, y al combinarse con tecnología inteligente, pueden generar un ambiente cómodo y eficiente en términos energéticos, con costos operativos más bajos y un mayor valor de reventa.
Otro ejemplo es el diseño “Cradle to Cradle”, una aproximación al diseño de productos donde los materiales no solo son reciclables, sino también diseñados para ser reutilizados. Aplicado al sector inmobiliario, esto significa diseñar edificios y sus elementos de tal manera que puedan ser fácilmente desmontados y repurpuestos, reduciendo así el impacto ambiental de la construcción y la demolición.
Finalmente, la participación de la comunidad es un aspecto fundamental de la economía circular en bienes raíces. Este enfoque holístico implica involucrar a todas las partes interesadas para crear comunidades sostenibles, resilientes y habitables, generando la conciencia y el compromiso necesarios para lograr un cambio real y duradero.
En conclusión, la economía circular en el sector inmobiliario es esencial para la creación de un futuro sostenible. No se trata solo de ser respetuosos con el medio ambiente, sino de ser inteligentes y encontrar maneras de utilizar los recursos de forma eficiente. El diseño centrado en la experiencia del usuario juega un papel clave en esta visión, asegurando que los edificios no solo sean sostenibles y eficientes, sino también amigables para quienes los utilizan. Al integrar materiales y tecnologías diseñados para ser reutilizados, fomentar el uso de espacios y recursos compartidos, y emplear tecnología inteligente, los desarrolladores inmobiliarios pueden contribuir a un futuro más sostenible, mientras también obtienen beneficios financieros. Es una situación beneficiosa para todos los involucrados.
Source: Medium