¿Alguna vez te has preguntado cómo difieren los Líderes y los Gerentes? No todos los gerentes son excelentes líderes, y viceversa, no todos los líderes son excelentes gerentes. Vamos a analizar esta afirmación un poco más detenidamente.

Por definición, un gerente es responsable de obtener el mejor trabajo posible de su equipo. Al mismo tiempo, un Líder motiva e inspira y no necesariamente se enfoca en los entregables. Su enfoque está en crear equipos altamente motivados que impacten positivamente a cualquier organización. Los Líderes son visionarios, motivadores y inspiradores. Los gerentes sobresalen en la organización, coordinación, colaboración y control. He conocido a algunos líderes fantásticos que también resultan ser mi gerente. Su enfoque estaba en identificar las fortalezas de su equipo y utilizarlas para formar equipos de alto rendimiento. Siempre se completaba el trabajo, pero todos nos divertíamos haciéndolo y nos sentíamos privilegiados de ser parte de sus equipos. A veces, tu gerente puede ser un buen líder. En ese caso, has dado en el clavo. Cuando tratas con Líderes te sientes importante, cuando tratas con un Gerente, sientes que el Gerente es importante.

La mayoría de los propietarios de pequeñas empresas tienen éxito cuando son excelentes líderes y gerentes. En el mundo corporativo, es raro ver a personas que posean ambas habilidades. Sin embargo, eso no significa que nunca se puedan desarrollar las habilidades necesarias. Aunque los Líderes deben ser estratégicos, mientras que los Gerentes son más tácticos, he visto de primera mano a excelentes gerentes adquiriendo habilidades de liderazgo y convirtiéndose en grandes líderes.

Desde mi punto de vista, todos podemos aspirar a ser buenos líderes. Necesitamos cambiar un poco nuestra perspectiva. Los siguientes tres puntos me ayudaron en mi trayectoria:

  1. Evaluar el impacto vs. la urgencia de cualquier situación: No te enredes en los detalles. Retrocede un paso e intenta comprender el efecto general de cualquier problema. Esto te permitirá priorizar el trabajo y utilizar las fortalezas de tus miembros de equipo de la mejor manera.
  2. Empoderar a tus equipos como gerente: Esto te permite liberar tiempo para ver el panorama general y comprender dónde necesitan ayuda las personas en tu grupo. De esta forma, puedes ser mentor y motivarlos.
  3. Enfocarte en las personas: Como buenos gerentes, siempre nos esforzamos por cuidar a nuestros equipos. Pero es tan importante comprender que el equipo está formado por personas con emociones. Sé el mentor y comprende cómo puedes hacer que tengan éxito y se sientan realizados.

Cuando comienzas a centrarte en los tres puntos anteriores, poco a poco pasas de ser simplemente un gerente a convertirte en un líder. Todos estamos en un viaje de auto-descubrimiento y auto-mejora. Espero que encuentres útiles estos puntos y te conviertas en una de esas personas raras que son tanto excelentes gerentes como grandes líderes también.

Source: Medium