¿Debería… o no debería? Es una lucha interna con la que muchos de nosotros lidiamos todo el tiempo. Desde elegir un restaurante para cenar hasta tomar la decisión de mudarse a otro país, nos hemos vuelto tan buenos en dudar de nosotros mismos que la certeza y la autoconfianza se han convertido en cualidades escasas en la mayoría de las personas.

Los decisivos toman decisiones rápidamente y cambian esas decisiones (si es que las cambian) MUY lentamente. Deciden y luego trabajan diligentemente para crear el entorno en el que esa decisión prospera. Las personas decididas no prestan atención a los aguafiestas, los críticos o las probabilidades. Han evaluado el riesgo, contado el costo y SABEN que son personas que hacen lo que dicen que van a hacer. Y no se apartan de esa identidad de sí mismos.

Entonces, la gran pregunta es: Si has pasado toda una vida siendo indeciso (o incluso solo los últimos dos años), ¿cómo pasar de ser la persona que cambia constantemente de opinión a ser aquel que se mantiene firme en lo que viene después para ti?

3 Pasos para dejar de ser indeciso y tomar decisiones con seguridad

Paso 1: Conoce lo que realmente quieres y te mereces y eleva el listón a ese nivel

¿Qué es lo que REALMENTE quieres? ¿De la vida? ¿De ti mismo? ¿De tu cuerpo? ¿De tu dinero? ¿De tu carrera? Y ¿por qué te conformas con algo mediocre? Al final del día, las personas decididas saben EXACTAMENTE lo que quieren. Saben qué obtienen a cambio. Saben qué van a aceptar y qué no, y la palabra ‘tolerar’ ni siquiera está en su diccionario mental.

Viven de acuerdo a sus estándares y valores y constantemente elevan el listón en ellos, y eso elimina a los débiles y a los poco comprometidos. También les ayuda a no perder el tiempo con personas que frenarían su crecimiento y evolución.

Paso 2: Nunca bajes el listón

Este es un paso difícil porque elevar el listón es emocionante. Te sientes como una nueva persona cuando elevas el listón. Pero dale algunas semanas. Observa cómo reaccionan los demás a que establezcas nuevos estándares y crees nuevas fronteras. Una vez que surja el conflicto y las críticas, tu primer instinto será bajar el listón, regresar a la seguridad y certeza de que la gente te aprecie y te acepte.

Si quieres ser decidido, no puedes hacer eso… nunca. El listón tiene que mantenerse elevado… incluso si a otros no les gusta… incluso si sientes que la vida no está a la altura de ese estándar. Sea como sea, ser decidido significa que cuando elevas el listón, se queda allí.

Paso 3: Haz lo que dices que vas a hacer

Lleva a cabo tus compromisos, especialmente los que haces contigo mismo. ¿Dijiste que te levantarías a hacer ejercicio? Hazlo cuando dijiste que lo harías. ¿Dijiste que ibas a escribir un libro este año? Encuentra la manera de hacerlo realidad.

De la misma manera, no te comprometas con nada que no puedas garantizar que vas a cumplir. Tal vez puedas comprometerte a hacer un entrenamiento al día pero no dos. No te comprometas a hacer dos entrenamientos al día. Dite a ti mismo “Me comprometo a hacer un entrenamiento matutino y, como un complemento opcional, a veces haré dos entrenamientos al día pero ambos no son obligatorios”.

Al final del día, tu indecisión te mantendrá estancado, te hará menos productivo y te hará perder años de tu vida. Ya no tienes ese tipo de tiempo. Si quieres transformar tu vida, lo primero que debes hacer es cambiar tu identidad en la toma de decisiones. A partir de este momento, decide que ERES decidido y luego sé exactamente eso…

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Source: Medium