Desde pequeño he sido un espectador glorioso. He sido aquel que celebra el éxito de los demás. El que anima a los demás. El que compra cosas de las personas. He sido un consumidor casi toda mi vida. He sido aquel que observa a otros volverse exitosos sin tener curiosidad sobre cómo puedo hacer lo mismo. He desperdiciado mucho tiempo viendo a la gente trazar sus vidas y compartir sus logros. En un momento de mi vida, me pregunté cuándo la gente me felicitaría a mí. ¿Cuándo otros celebrarán mi éxito, cuándo me volveré exitoso para que la gente me observe, aplauda y me apoye? ¿Cuándo me expondré al mundo? ¿Cuándo tendré un producto por el que la gente pague para obtenerlo? ¿Cuándo tendré un servicio por el que la gente me llame constantemente para que se los brinde? ¿Cuándo me convertiré en creador para que otros consuman también mi contenido? Estas preguntas me dieron claridad de que no estoy donde debería estar. Esas preguntas me dieron un empujón sobre cómo transformar mi vida de ser un espectador pasivo a ser un visionario. Aunque quería ser un creador, algunos pensamientos rondaban por mi mente. Esos pensamientos me retenían. Luchaba con esos pensamientos en mi cabeza todos los días.

I. Miedo a lo desconocido

La percepción que todos tienen sobre el fracaso ha hecho que aterrorice a la gente. Ha hecho que mucha gente no ponga en práctica sus ideas. Ha impedido que algunas personas se comprometan al máximo con sus metas. ¿Pero es tan malo como todos lo pintan? Si es tan malo, ¿cómo demonios hacen las personas exitosas para lidiar con él? ¿Cómo son capaces de superarlo rápidamente y seguir adelante de inmediato? Estas son preguntas que me hago mucho. ¿Sabes una cosa? Las personas exitosas ven al fracaso como algo común que sucederá. Lo ven como el camino que deben recorrer si realmente quieren tener éxito. Lo ven como la comida mala que deben comer si quieren disfrutar de la buena comida.

II. Hacer lo extraordinario

Muchas veces, he notado que las personas exitosas no son personas extraordinarias. Son como nosotros. Una cosa los diferencia de nosotros: hacen cosas comunes en momentos extraordinarios. Operan como cualquier otra persona, pero sus momentos de operación difieren. Saben cuándo golpear fuerte y cuándo no. Saben cuándo consumir y cuándo crear. Por ejemplo: Hay muchos empleados de 9 a 5 que ganan más dinero que las personas que tienen un negocio. ¿Cómo? Ellos construyen junto con su trabajo de 9 a 5. Trabajan en sus proyectos paralelos en momentos extraordinarios. Un ejemplo perfecto es Eve Arnold. Ella trabaja de 9 a 5 y también escribe en línea. Se levanta no más tarde de las 6 a.m. para trabajar en sus habilidades antes de prepararse para ir al trabajo. Aunque no sea conveniente para ella, tiene que hacerlo para hacer crecer su negocio. Pero la mayoría de nosotros no estamos dispuestos a hacerlo. Nos encanta estar acurrucados con nuestras almohadas y edredones. Es por eso que la gente etiqueta a las personas exitosas como personas extraordinarias.

III. Practicar diariamente

¿Sabes por qué hay más consumidores que creadores? Porque los consumidores no tienen la capacidad de practicar todos los días. Cuando emprendemos una tarea, la hacemos hoy, mañana, y ¡boom! Nos detenemos. Te detienes y vuelves a ser tu antiguo yo. Muy triste. Luego te quejas de lo mal que es tu vida. Realmente tu vida es miserable porque no tienes control sobre tus emociones. Tus emociones tienen un poder más fuerte que tú. Te dominan. Te dicen qué hacer. Te dicen que no sigas tus metas y tú simplemente lo haces. Las personas exitosas son aquellas que practican todos los días. Son aquellos que trabajan intensamente en sus habilidades sin importar cómo se sientan. No piensan en volverse exitosos de la noche a la mañana. Piensan a largo plazo. ¿Pero estás dispuesto a hacer lo mismo? Esa es la pregunta que debes hacerte antes de comenzar.

Conclusión

La verdad cruda es que siempre serás un consumidor si no estás listo para ver el fracaso como parte del proceso, hacer lo común en un momento extraordinario y practicar todos los días. No soy malo, solo te lo estoy diciendo porque si no tomas las medidas necesarias ahora, terminarás siendo el espectador, consumidor y comprador.

Source: Medium