Belgrado está experimentando un cambio. Una ciudad de contradicciones complementarias, donde el colorido y acogedor graffiti enmascara los altos edificios grises de la antigua Yugoslavia, y donde una atmósfera bohemia-urbana chic y con un fuerte sentido religioso se entrelaza lentamente hacia una heterogeneidad cosmopolita con la inversión internacional en desarrollos de alta gama. Un sector en particular está sacando provecho de un fuerte deseo de mantener una identidad y estilo único, impulsado por las realidades del ingreso local: las tiendas de segunda mano.

“Hace 5 años, solía ser algo tabú; ir a una tienda de segunda mano significaba que eras pobre y no eran tan agradables. Ahora, las tiendas de segunda mano son agradables, limpias y modernas”, explica Aleksandra Ristic, emprendedora y propietaria de la franquicia Lilatex, sobre esta renaissance. Pocos lugareños pueden permitirse comprar en las tiendas de marca que bordean el centro de Belgrado; las tiendas de segunda mano ofrecen ropa por entre €3-10 en comparación con los €20-30 en boutiques, lo que resulta mucho más accesible para los bolsillos locales donde el salario promedio es inferior a €400.

Importadas de Holanda, la ropa vendida en Lilatex es única porque los estilos ya no se encuentran en tiendas comerciales. Ganchos para ropa crujían por falta de espacio mientras los clientes buscaban frenéticamente en los pasillos, dejando ningún artículo sin tocar, en busca de esa pieza que llenaría de envidia a sus amigos. Lo que comenzó como un negocio familiar de tipo “de barrio” en 2013 ha crecido rápidamente hasta alcanzar siete tiendas Lilatex en toda Serbia.

“Estábamos esperando el momento perfecto para abrir la tienda en Belgrado porque hay mucha competencia”, comenta Ristic. “Queríamos hacer algo diferente y creo que lo logramos. La gente comenzó a aceptarlo porque realmente no parece una tienda de segunda mano; se ve diferente y único, como cualquier otra tienda en un centro comercial”, agrega. “Entonces, esto es lo que intentamos hacer, y muchas otras tiendas de segunda mano también están intentando hacerlo”.

En conclusión, la industria de segunda mano en Belgrado está experimentando un renacimiento, ofreciendo a los habitantes locales la posibilidad de acceder a prendas de calidad a precios asequibles, al mismo tiempo que brinda la oportunidad de encontrar piezas únicas y exclusivas que ya no se encuentran en las tiendas convencionales.

Source: Medium