Cualquiera puede convertirse en líder, pero no todos están destinados a ser líderes. Esto no significa que sean menos capaces de hacer una contribución importante, simplemente que aportan un conjunto diferente de habilidades. No hay nada de malo en ser un seguidor: el mundo los necesita tanto como a los líderes. Todo es cuestión de equilibrio. La clave está en saber en qué rol estás mejor cualificado para desempeñarte. Aquí tienes algunas características que pueden mostrarte que podrías sentirte más cómodo siguiendo que liderando:

  1. Tienes que trabajar para controlar tus emociones. Los mejores líderes tienen inteligencia emocional; pueden sentir las cosas profundamente, pero son emocionalmente fuertes y se mantienen a cargo de sus sentimientos. Los seguidores son más reactivos con sus emociones, mientras que los líderes son más receptivos.
  2. Te gusta mantenerte en el término medio. Los líderes exitosos tienen convicciones sólidas y son audaces en sus creencias, mientras que los seguidores están menos comprometidos con los ideales. Los seguidores se apartan de la tormenta, mientras que los líderes se mantienen firmes contra ella.
  3. Eres inflexible en tu pensamiento. Los líderes pueden ser testarudos y decididos, pero también saben cuándo ser flexibles y ágiles. Los seguidores tienden a mantenerse en el curso establecido pase lo que pase.
  4. Te resistes al riesgo. Por naturaleza, los seguidores son más cautelosos que audaces. Los líderes combinan grandes sueños y acciones: se lanzan a situaciones donde tanto la recompensa como el riesgo son significativos. Los seguidores observan y toman notas; se mueven más lentamente.
  5. No tienes mucha confianza en ti mismo/a. Los líderes tienden a ser decisionados, con opiniones fuertes y seguros de sí mismos. Los seguidores son más propensos a ver límites en sus habilidades y depositar más fe en los juicios de los demás.
  6. No estás particularmente enfocado en los resultados. A los líderes les gusta tener un plan definitivo y un plan para obtener resultados, un puente entre objetivos y logros. A los seguidores les gustan tener instrucciones claras que les permitan centrarse más en su parte individual del panorama general.
  7. Prefieres un enfoque disperso en lugar de un enfoque. Los líderes exitosos se centran en la disciplina, el enfoque y en hacer las cosas. Los seguidores se sienten más cómodos con la distracción: son hábiles para dejar las cosas y retomarlas más tarde.
  8. No eres comunicativo/a. Los líderes suelen ser buenos oradores y oyentes pacientes que disfrutan de reunir a la gente y motivarlos. Los seguidores tienden a ser más introspectivos y menos comunicativos.
  9. No miras demasiado hacia adelante. Los líderes casi siempre se caracterizan por tener una visión clara del futuro y de compartir esa visión con los demás. Los seguidores se centran en el momento o se suman a la visión de un líder.
  10. Te interesan más los detalles que la inspiración. Una cualidad importante de un líder es motivar e inspirar a los demás. Para los seguidores, ese tipo de pensamiento no surge de forma natural. Tanto los líderes como los seguidores pueden estar igualmente impulsados por su deseo de marcar la diferencia. No es una distinción clara: la mayoría de nosotros tenemos elementos de ambas partes, y una u otra puede destacar dependiendo de la situación. No tienes que estar a cargo para ser influyente.

Sobre la autora:

Lolly Daskal es la fundadora de Lead from Within, una firma global de liderazgo, coaching ejecutivo y consultoría empresarial. Puedes conectar con ella en Twitter, Linkedin, Facebook y Google+. Es la autora del bestseller “The Leadership Gap: What Gets Between You and Your Greatness”.

Este artículo fue publicado originalmente en Inc.com

Source: Medium