La migración de datos es un proceso fundamental al implementar un nuevo sistema ERP en una empresa. Sin embargo, este proceso puede presentar desafíos que, si no se manejan adecuadamente, pueden llevar al fracaso del proyecto. A continuación, te presentamos cuatro razones por las que la migración de datos de tu ERP puede haber fallado:
1. Problemas de gestión de expectativas
El valor empresarial de una migración de datos de ERP se basa en gran medida en la precisión y estabilidad del sistema receptor después de la conversión. Sin embargo, antes de tomar la decisión de migrar, es importante gestionar adecuadamente las expectativas. Si no se comprende bien la actualización a un nuevo ERP, toda la ingeniosidad digital del mundo no dará un resultado sólido. Es común que las empresas caigan en la trampa de las promesas de ventas solo porque su sistema ERP se ha vuelto problemático con el tiempo. Sin embargo, en muchos casos, estas ineficiencias no son causadas por tecnología obsoleta, sino por políticas operativas mal gestionadas o irregularidades en los procesos. Estos errores de expectativa pueden generar malentendidos sobre la eficacia de los datos y la información resultante, lo que a su vez puede llevar a resultados erróneos.
2. Incompatibilidad de cumplimiento de datos
Las migraciones de datos de ERP exitosas son procesos altamente complejos que implican la traducción de cada dato de una plataforma a otra. Existe una amplia oportunidad de cometer errores, especialmente porque el proceso de exportación/importación suele ser automatizado. Si una empresa no planifica adecuadamente la migración o no se asegura de que cada registro cumpla con los requisitos del sistema receptor, pueden surgir problemas que generen pérdidas de dinero, tiempo o incluso peores consecuencias. Por ejemplo, algo tan simple como la longitud de un campo puede causar problemas si el sistema de origen tiene 15 caracteres y el sistema de destino solo acepta 12 caracteres. Esto puede resultar en valores traducidos distorsionados o incluso inutilizables. Un proceso de migración automatizado a menudo no tiene en cuenta estas diferencias.
3. Problemas inesperados
Este problema se relaciona con los dos puntos anteriores. En este caso, nos referimos a elementos de bajo nivel en el ERP que suelen clasificarse como “misceláneos”. Por ejemplo, algunos sistemas permiten caracteres no filtrados o no alfabéticos en un conjunto de registros de datos, mientras que otros no lo permiten. Si el proceso de migración intenta transferir estos caracteres no permitidos, puede provocar el fracaso del proceso. La lección importante aquí es que se debe crear un plan detallado para mapear los datos y el formato entre el sistema antiguo y el nuevo.
4. Fallos de sincronización
Las plataformas de ERP suelen utilizar múltiples bases de datos en paralelo para entregar información. Cada base de datos tiene cierto nivel de dependencia activa para mantener la estabilidad de los registros. Sin embargo, si el proceso de migración de datos de ERP interrumpe o altera estas dependencias o pierde la sincronización entre las bases de datos, todo el sistema puede colapsar.
En conclusión, la migración de datos de un ERP puede ser un proceso complicado y propenso a errores si no se gestionan adecuadamente las expectativas, se descuidan los requisitos de cumplimiento de datos, no se planifica correctamente o se producen fallos de sincronización. Es fundamental contar con un plan detallado y realizar pruebas exhaustivas para garantizar una migración exitosa.